Ruinas de Santo Tirso

Ruinas – Ermita de Santo Tirso de Portocelo

Al borde de la hermosa costa bañada por el mar cantábrico de Xove, encontraremos junto a la ensenada de Portocelo un enclave lleno de historia. Se trata de los restos de la ermita de Santo Tirso y del Castro de Mechiluide.

Ruinas e Illa Ansarón

Ruinas de la ermita de Santo Tirso

Junto a la carretera que une Vilachá con Portocelo, en Xove, nos llamará la atención los restos de varios muros mal conservados junto a la costa. Estos muros formaban la iglesia o ermita de Santo Tirso.

Cuenta la historia que a mediados del siglo VIII un diácono portugués conocido como Rodrigo de Coimbra llegó hasta aquí huyendo de los musulmanes. Este fundó tres monasterios (ecclesiae) de carácter dúplice, que según algunos estudiosos estarían en la costa cantábrica de Xove y Viveiro. Según la documentación sabemos la existencia de las Ecclesias de Sancto Ioane Baptista, Sancti Stephani y Sancti Tirsi.

ruinas ermita

Los monasterios nombrados se podrían identificar con San Xoán Bautista de Celeiro, San Esteban de Sumoas y esta de Santo Tirso de Portocelo. De esta última hay también referencias en 1156, pues funcionaba como monasterio dúplice.

Hasta el año 1929 existió un templo en este lugar, y por motivo de la construcción de la nueva iglesia de Santo Tirso en Vilachá se abandonó el lugar. Sin embargo, el monasterio fue abandonado mucho antes, aunque se desconocen la fecha y los motivos.

Lo que hoy vemos debían ser los restos de un templo del siglo XVII o XVIII. Veremos parte de los muros que formaban la iglesia, así como el muro que cerraba la finca del atrio y el cementerio. La ermita era de una sola nave dividida en cuatro tramos: Cabecera, transepto, nave y pórtico de entrada. La iglesia se cubría a dos aguas y sus muros eran de mampostería de granito, con sillería en las esquinas, vanos y arcadas. Al norte existía una construcción adosada a la que se accedía a través de dos puertas situadas en la nave y en el pórtico.

Castro de Mechiluide

Si es cierto la hipótesis de la construcción de los monasterios por Rodrigo de Coimbra, la ermita original se construiría hacia los siglos VIII y IX. Sus piedras aprovecharon otro tesoro histórico que se escondía en la Punta de Mexiluide dos mil años antes. Hablamos del Castro de Mechiluide, un poblado castrexo del que sabemos su existencia hacia el 1200 a.C.

El castro constaba de un único recinto en forma de almendra. Excepto el lado oeste, todo el poblado está perfectamente protegido por los acantilados. En este sector encontraremos una muralla y un profundo foso. Otro foso y una muralla más completaba el sistema defensivo.

Del castro poco se puede ver, aunque podemos ver diversos muros en el lateral sur que podrían ser del yacimiento castrexo.

Punta Roncadoiro y ruinas de Santo Tirso desde Punta Merixe
Castro desde Punta Merixe. Al fondo el faro de Punta Roncadoira.

Desde este lugar tendremos buenas vistas de parte de la Ensenada de Portocelo, Punta Merixe y Punta Arxente, así como las islas de O Illote O Ansarón o las pequeñas Salseiras.

Desde Vilachá podremos acercarnos al faro de Punta Roncadoira y sentir y contemplar el mar en todo su esplendor. Hacia el este, no debemos dejar de visitar la costa que forma los llamados «acantilados de papel», o «cantís de papel», en las proximidades de Morás. Además, podremos conocer los curiosos «dolos» de Porto de Morás.

Bibliografía

Más fotos

Mapa – Localización

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