En una ladera del río Barbantiño tenemos el lugar de A Forxa, en Punxín, y es allí donde se localiza la iglesia de Santa María de orígenes románicos.
No podemos hablar de Punxín y su iglesia sin hablar de Wintilia, más bien, San Wintila, aunque no esté canonizado oficialmente, aunque sí por el pueblo. Es más, dice la tradición que a él se le debe la construcción de esta iglesia y es aquí donde está enterrado bajo un hermoso sepulcro del siglo IX que se encuentra en el interior y del que se dice que podría ser el sepulcro medieval más antiguo de Galicia. En él tenemos la siguiente inscripción que hoy está incompleta y que diría: «Hic requiescit famulus dei Wintila qui oblit X kalendas ianuarias era DCCCCXXVIII«, fecha en era hispánica que correspondería al 23 de diciembre del 890. En Megaliticia podríes ver las imágenes del antiguo sepulcro. Se puede decir que este sepulcro de San Wintila es uno de los tres únicos existentes en Galicia en donde tenemos enterrado a un santo junto con el de Santiago en la catedral y el de Santa Mariña de Augas Santas en Allariz.
San Wintila es un personaje con mucha tradición en Punxín. Fue un anacoreta que según la leyenda estuvo por estas tierras y quién antes de empezar su vida de soledad podría haber estado en uno de los monasterios cercanos como el de Naves, Bóveda o Armeses.
Wintila deseaba que fuera enterrado en estas tierras y a su fallecimiento fue dispuesto sobre un carro de bueyes para que estos los llevaran al azar a algún lugar para descansar eternamente. Y así fue como lo hicieron en donde hoy está la iglesia de Punxín, que curiosamente se asienta sobre restos romanos.
La actual iglesia de Santa María de Punxín es lo que queda de un templo de origen románico dedicado a San Wintila que sufrió numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, sobre todo en el siglo XVII y a mediados del siglo XX. De la primitiva iglesia tan solo queda los muros de la nave, parte del ábside y el arco triunfal que después de su modificación el siglo XX pasó a ser portada principal de la iglesia.
En el exterior tenemos una fuente dedicada a San Wintila del año 1872 y un cruceiro del siglo XX diseñado por la pintora sevillana Pepi Sánchez y esculpido por Camilo Nogueira. En su capitel veremos el carro de bueyes que llevó el cuerpo de Wintila.