Cruceiro de Covelo

En la plaza central de Covelo, frente a la Casa do Concello, se localiza uno de los más hermosos cruceiros de Galicia, obra supuestamente realizada por el más afamado cantero gallego de todos los tiempos.

Lástima que su fama fuera póstuma. Hablamos del maestro cantero José Cerviño García, Pepe da Pena, cuya supuesta más destacada obra es el Cruceiro de O Hío, en Cangas. La plaza recibe el nombre de Mestre Cerviño.

Cruceiro del Santo Cristo de los Afligidos

Pero este cruceiro dedicado al Santísimo Cristo de los Afligidos no se queda atrás ya que cuenta con una decoración iconográfica exquisita y sorprendente.

Su cruz nos muestra a Jesús crucificado con un ángel y un cáliz con la sangre sagrada y en el reverso a la Virgen sobre tres ángeles y una paloma que representa al Espíritu Santo. Esta cruz se sostiene por cuatro caras de ángeles.

Seguimos bajando por el varal de mármol y nos encontramos con la Virgen de la Concepción y más abajo las figuras de Adán y Eva sobre la culebra que representa al demonio. Hasta aquí las representaciones son bastante frecuentes en los cruceiros de Galicia, pero su gran interés reside en el pedestal. Allí nos encontramos con seis figuras humanas que realmente son alegorías a la industria, la agricultura, las artes y la justicia y las otras dos restantes representan a Santiago y la otra posiblemente sería San Juan Bautista o el Salvador.

En la parte delantera del cruceiro se localiza un retablo de ánimas bellamente decorado y policromado que se encuentra protegido por una verja.

En la base también pero en el lado opuesto al frente tenemos una placa conmemorativa a las personas que impulsaron la construcción del cruceiro.

La placa nos dice:

«Costeado por D. Juan Antonio Tielas Fontán, vecino que fue de esta parroquia siendo abad de la misma D. Domingo Dieguez Táboas. Años de 1899. La berja y carretos de esta obra se hicieron por cuenta de los vecinos de la misma».

Se dice que Antonio Tielas costeó el cruceiro tras la muerte de su hija. Sin embargo ni él ni su mujer lo vieron terminar, pues fallecieron también antes de ello. De las verjas primitivas no queda nada y el «carreto» se debe referir al transporte de los materiales.