El Balneario de Sousas de Verín dista mucho de lo que fueron los grandes hoteles balnearios y los grandes jardines de los afamados centros termales de Galicia en el siglo pasado.
Esto no quita que las propiedades de sus aguas no llegaran al nivel de calidad de otras de la comarca. Aunque en un pasado también existieron los baños de Sousas, la realidad es que sus aguas se emplearon en su mayor parte para ser embotelladas y comercializadas desde hace muchas décadas.
No se sabe con seguridad desde cuando se emplearon las aguas de Sousas. Lo que sí es cierto que D. Pedro María Rubio las citaba en el año 1853 en su Tratado Completo de las Fuentes Minerales de España. Cuenta una historia, más bien leyenda, que durante las invasiones napoleónicas de principios del siglo XIX, uno de los caballos de un soldado francés que estaba gravemente enfermo se paró a beber del manantial de Sousas. Para la sorpresa de todos el caballo sanó.
Las primeras instalaciones consistían en un pabellón y un salón para los agüistas construido en 1859, lo que convierte a este balneario en uno de los más antiguos de Galicia de la época contemporánea. Ese mismo año las aguas de Sousas se declararon de utilidad pública. Más tarde, en 1928, esta declaración se ratificó por Real Decreto.
A primeros del siglo XX se construyó un pequeño hotel hospedería que se utilizó hasta el año 1960. En la actualidad las Aguas de Sousas continúan embotellándose y comercializándose como agua mineral natural.
En el año 2000, en el trabajo sobre El Patrimonio Hidromineral de la Comunidad Autónoma de Galicia se contaba lo siguiente:
«Este balneario, situado en límite urbano sur de Verín, se utiliza ahora sólo para tratamientos por via oral o hidropínica, en una fuente que se encuentra en un antiguo y espléndido quiosco hexagonal. Las cualidades de sus aguas las hace apropiadas para afecciones renales, hepáticas, del aparato digestivo y tratamientos diuréticos. Actualmente existe una planta envasadora, que utiliza un pozo del que se extrae agua fuertemente mineralizada (con gas) de composición bicarbonatada-fluorurada sódica y otro con un agua, sin gas, de mineralización débil.»
El agua de Sousas se caracteriza porque tiene una mineralización muy débil, apenas 114 mg/L de residuo seco, su facies hidroquímica característica es bicarbonatada sódica, con un contenido mínimo de magnesio y de sulfatos. Es un agua muy blanda, 17,9 mg/L de CaCO3, cuyo pH es ligeramente ácido: 6,65. Contiene flúor en pequeñas cantidades (0,43 mg/L) y el nitrógeno en disolución se encuentra exclusivamente en forma de nitratos, pero en muy baja concentración (1,8 mg/L). La baja mineralización del agua y su pH ácido hace que el gráfico de estabilidad mineral muestre como todos los minerales estudiados están bajo el nivel de saturación, excepto el cuarzo.
Del Balneario de Sousas en la actualidad podemos ver el quiosco hexagonal que cubre una de las fuentes que aún hoy se emplea por los vecinos de Verín. A pocos metros tenemos la planta embotelladora de Aguas de Sousas.
Sousas es otra más de las fuentes minero-medicinales de la depresión de Verín. Manantiales como Cabreiroá, Requeixo o Caldeliñas son algunos ejemplos de estos balnearios y fuentes termales.
Bibliografía
- Las aguas minerales de Galicia. Xunta de Galicia.
- El Patrimonio Hidromineral de la Comunidad Autónoma de Galicia. Antonio Ramírez Ortega, María Esperanza Rial Lemos, Javier Ángel Ramírez Masferrer.
