El río Tea discurre por estas tierras de Covelo por estrechos valles y grandes depresiones. Sus aguas cristalinas fueron desde siempre el motor de vida de esta comarca. Cerca de Lourido se localiza un manantial de agua sulfurosa de gran valor medicinal. La fuente esta señalizada y presenta una senda acondicionada para el fuerte descenso, con una barandilla de madera para poder ayudarnos en la bajada.
Cuando llegamos a orillas del río, podremos adivinar la surgencia por el característico color blancuzco que presenta en su alrededor, debido a la gran cantidad de minerales que contiene. También notaremos su fuerte olor y si la probamos su sabor característico de las aguas sulfurosas. Su formación es por filtración y su naciente proviene de un punto más alto de la montaña, curiosamente de la ladera de un monte de 256 curiosamente denominada As Caldas. El gran valor medicinal de esta aguas está relacionado con los ritos de la cercana capilla de A Escravitude, que se localiza en las inmediaciones.
El uso de este manantial sulfuro sódico es de resultado espectacular para las enfermedades del hígado, vesícula, trastornos intestinales (colitis) y para algunas enfermedades de la piel. Es además un poderoso detoxificante del organismo. Según la tradición la toma será de 300 a 600 centímetros cúbicos por día, a intervalos, en ayunas y a pie de manantial durante 20 días y dos veces al año.
Seiscientos metros río abajo se encuentran los pasos de Lourido, un conjunto de piedras dispuestas en hilera cuya finalidad es cruzar el río.