El manantial de Augas Férreas se localiza aproximadamente a 1 km al norte de la población de A Cañiza, en una ladera del Monte Pedroso. Es en este lugar en donde existió un balneario que alcanzó su esplendor entre finales del siglo XIX y la tercera década del XX. En la segunda mitad del siglo XIX, el termalismo en Galicia estaba en auge y fueron muchos los balnearios y fuentes termales que se pusieron en valor, adquiriendo algunos de ellos gran fama a nivel internacional.
Las propiedades minero medicinales ya eran conocidas seguramente desde hace siglos por los vecinos pero no fue hasta ahora cuando la comunidad científica de la época centró su atención en ellos. Así, se crearon muchos balnearios y hasta su agua fue embotellada y comercializada.
Un ejemplo de esto fue el balneario de Augas Férreas de A Cañiza. Supuestamente estas aguas fueron descubiertas en 1863 por los profesores de medicina Fernando Estévez y Manuel Álvarez Domínguez, quienes recomendaron al concello la construcción de un caño de piedra para la canalización del agua mineral. Posteriormente era muchos los usuarios que se sentían atraídos por las propiedades medicinales de estas aguas ferruginosas y que brotaba con un caudal era de 20 litros por hora. Las principales afecciones tratadas eran las relacionadas con el aparato digestivo, anemias y aparato urinario. Su ph es de 6 y alcanza una temperatura de 13º.
En la época de máximo esplendor, a principios del siglo XX, se construyó un balneario en Augas Férreas regentado por un matrimonio de Tui. El agua mineral fue incluso embotellada hasta los años 30 llegando a competir con empresas del sector de las proximidades, como Mondariz o Cortegada. Pero llegó la Guerra Civil y el auge del termalismo despertó de ese gran sueño de esplendor… Según cuentan, esa competencia de este balneario de Augas Férreas, provocó que sus instalaciones fueran voladas en esta década y se perdiera el manantial.
En 1950, la finca fue comprada por José Méndez Villanueva quien la legó a sus descendientes. Posteriormente se intentó recuperar la fuente del manantial construyendo una captación de uso particular que desaguaba en una arqueta de ladrillo y hormigón y en 1978 se habilitó una fuente que se mantiene en la actualidad.
En el año 1996 la Xunta de Galicia declaró la condición de minero medicinal a las aguas del manantial de Augas Férreas de A Cañiza. Su último propietario, José Ramón Méndez Osorio, cedió en 2020 y de forma gratuita la finca al Concello de A Cañiza, quién la abrió al público el 7 de agosto de este año.
El parque de Augas Férreas de A Cañiza cuenta con 15.500 m2 y se encuentra bajo un frondoso bosque de carballos y algunos arces situados en las cercanías de la edificación. Las instalaciones cuentan con una fuente y diverso mobiliario como bancos y puentes bajo el frondoso bosque.
Buenos días:
La fuente que sale publicada en sus fotografías del año 1978, en piedra, no se encontraba sita en este lugar sino en el parque que se encuentra ubicado en lo que fue el antiguo cementerio de la villa, en la cuesta del Sifón esquina a la rua Vilanova. Con la remodelación del parque de las Aguas ferreas se trasladó a este emplazamiento en el cual la podemos observar a dia de hoy
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