En la misma ciudad de A Coruña se levanta uno de los monumentos más representativos de la arquitectura histórica gallega de todos los tiempo, que ha sido recientemente catalogada como Patrimonio de la humanidad. Es la denominada Torre de Hércules. Se sitúa entre la ensenada de Orzán y el golfo Ártabro.
Un edificio que desde hace cientos de años ha guiado a miles de barcos a su paso hacia la ciudad de A Coruña. Esto lo convierte a la Torre de Hércules en el faro más antiguo de Europa que aún sigue prestando servicio a los navegantes actuales.
Según la leyenda Hércules, hijo de Zeus, venció al gigante Gerión, quién gobernaba vilmente la comarca. Una vez vencido, lo decapitó y en el lugar donde enterró la cabeza, construyó un túmulo sobre el que encendió una antorcha. En este lugar funda la ciudad a la que puso el nombre de la primera persona que se acercó y cuyo nombre era Coruña.
Los orígenes de la Torre de Hércules nos llevan probablemente a los navegantes fenicios que buscaban en estas tierras recursos con los que poder comerciar. Sin embargo esta teoría no está probada y se da como probable fecha de construcción el siglo I de nuestra era, ya que existe una placa fundacional que la atribuye a los tiempos de emperador romano Trajano. Según la inscripción el arquitecto sería el lusitano de Coimbra Cayo Sevio Lupo, quién dedicó la construcción al dios de la guerra Marte. De todas formas no disponemos de mención escrita hasta el siglo V.
Algunos historiadores cuentan que el faro de la Torre de Hércules pudo ser la legendaria Torre de Breogán, donde según la mitología, el hijo de Breogán llamado Ith habría divisado las costas irlandesas. En la edad media se convirtió en una fortificación debido a los constantes ataques vikingos, perdiendo su uso como faro. En el siglo XIII la torre estuvo abandonada y parte de sus piedras fueron utilizadas en la construcción de el Castillo de San Antón y en las murallas. Ya en el siglo XVII el Duque de Uceda encarga la restauración a Amaro Antune. En el siglo XVIII se restaura completamente y en 1791 queda acabada, bajo la dirección de Eustaquio Giannini. Es aquí cuando nos presenta casi su aspecto actual, de un edificio de planta cuadrada de 68 m de altura. Sin embargo, durante el siglo siguiente se llevaría a cabo la remodelación de la fachada.
La torre de Hércules está dividida en tres plantas. Arriba se encontraba la cúpula con acceso exterior desde donde se encendían las hogueras para guiar las embarcaciones. Según la tradición, rodeaba la torre una rampa por la que se cuenta que incluso podrían subir carros para llevar el combustible para el fuego, aunque esto no ha sido nunca probado. Los restos romanos no son visibles desde el exterior debido a los constantes y profundos cambios hechos en su estructura. En el interior y gracias al Museo Torre de Hércules, podremos ver uno de los más interesantes museos de la ciudad, donde veremos multitud de restos históricos romanos y de otras épocas. (tlf. museo: 981 223730). Para llegar a arriba lo haremos a través de 234 escalones y nos situaremos a 58 m de altura, que sumados a los casi 50 m de altura del promontorio, nos harán elevar hasta los 105 m por encima del mar. Hoy en día el faro emite destellos blancos cada 20 segundos y su luz alcanza las 24 millas. Además emite un sonido audible hasta las 7 millas.
Muy cerquita de la torre de Hércules nos podremos acercar a la Casa de los Peces o Acuarium Finisterrae. Además al lado de la torre discurre el magnífico y gran paseo de Orillamar. Eso no es todo. Próximas a la torre podremos deleitarnos con la presencia de unos cuantos motivos escultóricos (Caronte, Breogán, la Caracola, el Ara Solis, la Rosa de los Vientos, las Caras…). En definitiva, este es un lugar que no podremos perdernos si visitamos la Ciudad de A Coruña y Galicia. En el año 2008 la torre se hermanó con la Estatua de la Libertad y con el Faro del Morro en la Habana. En junio de 2009 la Torre de Hércules fue incluida a la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
