Cuando hablamos de fin del mundo nos solemos referir al punto más occidental de la península y es por ello que todos pensamos en Fisterra. Sin embargo sabemos que Cabo Touriñán y Cabo da Nave son puntos más occidentales, incluso en Portugal está el punto más al oeste de la Europa Continental, el Cabo da Roca. Pero otra cosa es cuando hablamos del punto más septentrional (al norte) de la península, entonces no habrá duda. El cabo conocido como Estaca de Bares se lleva la palma y sin ningún tipo de discusión. Es aquí donde verdaderamente se «juntan» las aguas del inmenso Océano Atlántico y del modesto Mar Cantábrico.
Al gozar de esta privilegiada situación septentrional el cabo fue utilizado desde las más diversas épocas como punto estratégico, sobre todo militar. Prueba de ello, son las ruinas que se conservan muy cerca del cabo de bases estadounidenses y británicas que junto los franceses fueron los encargados de vigilar este punto. Las instalaciones fuero abandonadas en la última década del siglo anterior. Estratégico también es por su naturaleza ya que esta zona es paso de multitud de aves migratorias y de otras muchas sedentarias.
La altura máxima de la península que forma el cabo es de 209 m, un curuto conocido como el Semáforo. Hacia el noroeste se localiza el centenario faro que se encuentra a 89 m de altura. El primer faro en Estaca de Bares entró en funcionamiento en 1850. Ya en 1939 se electrificaría y se instalaría una sirena y un radiofaro. La torre actual mide 33 m y tiene un alcance de 25 millas naúticas.