La Punta de San Martiño o San Martín se encuentra en Cervás (Ares) muy cerca del Castelo da Palma y prácticamente en frente del castillo de San Felipe. El puerto estratégico de Ferrol, que servía como arsenal y astillero para la construcción y reparación de barcos, fue siempre objeto de incursiones y saqueos. Por eso, la ría de Ferrol, fue reforzada por una serie de baterías cuyo origen se pierde en la segunda mitad del siglo XVI.
Aquí, en la Punta de San Martiño, en una esquina de la Enseada de Nande, se encuentran los restos de una de estas fortificaciones de carácter militar y que se conoce como Castelo de San Martín, en honor al adelantado de Castilla llamado Martín de Padilla. Este fuerte formaba un triángulo defensivo con el Castelo de San Felipe y el Castelo da Palma que se le conocía como el «triangulo de fogo».
Este baluarte disponía de once cañones que alcanzaban una distancia entre 600 metros y 1,5 km. Fue construido por el ingeniero Miguel Marín, encargado también de varios arsenales repartidos por la geografía española.
En la actualidad no podemos ver gran cosa. Se puede apreciar algún resto de la fortificación compuesta por una tosca mampostería y los muros de sillares que caen al mar en donde aún hoy podremos ver los anclajes que servían para amarrar las grandes cadenas que unían esta fortaleza y la del castillo de San Felipe con el fin de impedir la entrada a los buques invasores al igual que lo hacían también en el Estrecho de Rande, en la ría de Vigo.
El castillo de San Martín fue perdiendo importancia en el siglo XIX y quedó en ruinas y abandonado hasta el día de hoy.
Sobre dicho baluarte se ha instalado un faro con diversos instrumentos para la señalización de la costa de la ría de Ferrol.
En la misma Ensenada de Nande existe una piedra en el mar de forma esférica conocida como «O Cú da Raíña» de la cual dice la tradición que fue sentada la reina Mariana de Neoburgo después de que su barco naufragara en su viaje y fueran ayudados por los vecinos de Mugardos.