Durante la primera mitad del siglo XVIII comienzan las obras de fortificación y defensa de la Ría de Ferrol. Por ello se construyen numerosas fortificaciones en ambas orillas de la ría.
Una de ellas está situada en una de las esquinas de la bocana de la ría, en el concello de Ares y parroquia de Cervás. Es la batería de Punta Segaño y la batería de obuses de A Salgueira.
Los inicios de esta fortificación de Punta Segaño se extienden hasta el año 1731, cuando el ingeniero Juan de la Ferriere planteaba la fortificación de Segaño, la de Rabo de Porca (San Carlos) y la de Restrebor (San Cristóbal).
En el año 1739 se construye esta fortificación de Segaño que en un principio fue realizada tan solo con tierra y guijarros y que albergó 12 cañones. La necesidad de terminar la obra de San Felipe provocó la utilización de este sencillo material en un principio. Ese mismo año el Conde de Itre ordenaba el remate de esta y otras baterías, estando a cargo el ingeniero Juan Vergel y el comisario de artillería Policarpo Fichado.
La batería del Segaño se modernizó en 1754 y 1764 con el emplazamiento de cañones y morteros sobre “explanada con losas de cantería… y parapetos o merlones de cal y canto”. Años más tarde, en 1770, fue modernizada para la instalación de doce cañones y diversas dependencias más. A finales de siglo contaba con 16 cañones.
El uso de estas instalaciones continuó hasta bien entrado el siglo XX y fueron muchas las reparaciones y añadidos que sufrió. Sobre todo la acaecida entre los años 1897 y 1900 cuando fue artillada esta y otras baterías de la zona con el fin de defender la entrada de la ría de Ferrol. Para ello se utilizaron cañones Munáiz-Argüelles de 15 cm.
La batería se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Hay quien afirma que debajo del cuartel de Punta Segaño existen los restos de un castro de la edad de Hierro. No hemos encontrado pruebas de su existencia ya que la construcción de esta fortaleza cubre prácticamente todo el presunto recinto. Desde un visor se puede observar la forma ovalada rodeada por un foso en su parte N y NE que pudo ser aprovechado por el pasillo de acceso a los túneles de las baterías.
En la orilla del mar aún podremos ver muchos materiales de la antiguas fortificación del siglo XVIII en la que fue integrada la nueva construcción del siglo XX.
La ensenada de Chanteiro separa la Punta Segaño de Punta Coitelada. En esta última conserva en su cerro los restos de otra batería de las mismas características que la de Salgueira. Se trata de la Batería de Sudova.
