En Lariño, Carnota, se encuentra Punta Insua, un pequeño cabo que es de vital importancia para la navegación, ya que es punto clave para la entrada en la Ría de Corcubión.
Debido a su situación, en el año 1911 se decide construir un faro de 12 metros de 4º orden. Para ello se planifica una apariencia de 2+2 destellos y un alcance mínimo de 7 millas. Sin embargo, un estudio más completo planifica una luz fija de cuatro sectores. En 1911 comienza su construcción.
Se pretende construir un sistema de pantallas oscilantes y una lámpara de incandescencia por vapor de petróleo. Sin embargo el presupuesto era demasiado alto por lo que se obligo a cambiar los planes. Se decidió pues traer una óptica de 3º orden sacada del faro de Punta Grossa, en Ibiza. En 1921 se finalizó y se inauguró la construcción.
No fue hasta 1947 cuando se dotó de luz eléctrica al faro de Lariño. Hoy el faro emite una luz blanca y roja hasta una distancia de 20 millas. El faro sirve para completar el sistema de señalización marina de Fisterra-Corrubedo.
La construcción se localiza entre arenales y playas pedregosas en plena Costa da Morte. Se encuentra rodeada de vegetación de matorral propia de climas costeros atlánticos.
En las proximidades existió a principios de siglo un molino de viento del que hoy se pueden apreciar sus cimientos. Uno de los hechos acaecidos en este lugar fue el naufragio del Ariete, en 1966. La rápida intervención de los vecinos propició que la tripulación del barco se salvara. Esto hizo que la marina de guerra concediera el título a Carnota de «Muy Humanitario», hecho que quedó reflejado para la historia en el escudo de Carnota.