El río Navea conduce sus aguas formando un estrecho valle poco antes de juntarse con el río Bibei. El río Navea hace de frontera política entre los concellos de San Xoán de Río y A Pobra de Trives. Estos angostos valles de los ríos Navea y Bibei suponían un gran inconveniente en la antigüedad para las comunicaciones y el comercio.
Pero llegaron los romanos y comenzaron a explotar los recursos mineros de Gallaecia y por ello construyeron sus impresionantes vías destinadas a favorecer las comunicaciones entre las ciudades de Bracara y Asturica. Una de estas formidables maravillas de la ingeniería del mundo romano fue la vía XVIII o vía 18 como queráis, conocida también como Vía Nova.
En el siglo primero después de Cristo, los romanos necesitaron salvar estos valles para la construcción de la vía XVIII y lo suyo no eran los rodeos precisamente. Gracias a sus avanzados conocimientos de ingeniería estos obstáculos no suponían un impedimento, aunque sí un gran esfuerzo y muchos recursos, ya que precisaban de abundante mano de obra, aunque que por supuesto les saldría barata.
Para unir Terras de Trives con Castro Caldelas construyeron un gran puente sobre el río Bibei que después de 2000 años aún soporta el paso del tráfico rodado y otro sobre el río Navea, el puente de Ponte Navea. Además dotaron la infraestructura viaria con mansiones y postas. En estas tierras de los Tíburos se ubicaría la ciudad galaica de Nemetóbriga, la cual posteriormente se convertiría en una de las mansiones romanas.
Esta vía romana permaneció en uso prácticamente hasta la actualidad, ya que las modernas carreteras de los siglos XIX y XX aprovecharon gran parte de su trazado e incluso alguno de sus puentes, como Ponte Bibei. Sin embargo, Ponte Navea no pudo ser aprovechado y se construyó otro 800 metros río abajo en el siglo XIX, el conocido como Ponte Piago y que fue sustituido por otro más moderno de finales del siglo XX.
Pero el puente de Ponte Navea llegó hasta nuestros días, aunque al contrario de Ponte Bibei, este sufrió varias reformas y reconstrucciones durante los siglos que le dieron el aspecto actual. El puente de Ponte Navea actual cuenta con un ancho de 3,75 m por un largo de casi 30 m. Su estructura actual de un solo arco apuntado de 20 m de luz se remonta a la época medieval.
El primitivo era de origen romano y sus dimensiones eran mucho más grandes, para permitir así el cómodo paso de las legiones romanas. Parece ser que el original estaría provisto de dos arcos y su anchura era de 7,60 m.
En las proximidades fueron localizadas dos lápidas romanas con los nombres de Aelio Sporo y Popilius Hirsutus. A mediados del siglo XIX también fue descubierto en la puerta de entrada de un cobertizo un miliario romano dedicado a los emperadores Tito y Domiciano. La inscripción que presenta es la que sigue:
IMP . TITO CAES . DIVI
VESP . FIL VESPASIANO
AVG . PONT . MAX . TRIB
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POT . VIII . IMP XVI P.P.
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COS VIII.
CAES .DIVI . VESP . FIL . DOMITIANO
COS. VIII VIANOVA. AB . ASTURICA
C . CALP . RANT . QUIRINALE
VALFESTO . LEG . AVG . P.P.
M.P.
Al lado de la carretera general, se nos presenta una muestra de estos miliarios que marcaban las distancias de esta Vía XVIII. A parte de Ponte Navea, nos asombrará la arquitectura tradicional de estas zonas de Trives. Al lado del puente se conservan casas y cobertizos de una antigüedad sorprendente. Además del inmejorable marco natural, compuesto de carballos y castaños, la zona se completa con la presencia de una antigua capilla, en el lado de Trives, en donde veremos representada la Cruz de Malta, orden protector del Camino de Santiago. Es la llamada Capilla de la Encarnación.
Unos pocos metros más abajo del río de Ponte Navea, se localiza un embalse tradicional de épocas remotas y las construcciones de dos puentes contemporáneos, uno del siglo XIX, el llamado Puente Piago, hoy sin uso, y otro de hormigón de finales del XX. Unos metros más arriba se encuentra el Embalse de As Guístolas y sus miliarios y muy cerca, hacia el este, se ubica la subestación eléctrica de Trives.
