La OU-536 fue construida a mediados del siglo XIX, para unir por carretera las localidades de A Rúa y Ourense. Para ello aprovechó parte del recorrido de la famosa vía romana XVIII y alguno de sus puentes, como Ponte Bibei, el cual aún sigue dando servicio al tráfico rodado.
En Ponte Navea existe otro puente sobre el angosto valle del río Navea, afluente del río Bibei, en el que aún se aprecia su fábrica romana, pero que no pudo aprovecharse para el paso de la nueva carretera. Por ello, 800 metros más abajo, se tuvo que construir otro gran puente de arco y sillería que se conoce como Ponte Piago.
Se localiza en el km 64,5, en una zona estrecha del valle del río Navea, que separa los concellos de Trives y San Xoán de Río. No es la primera vez que vemos el topónimo «piago» sobre un río y es que este designa a un pozo o similar.
Llama la atención su enorme arco de medio punto debido a su altura, para así poder salvar el desnivel existente entre los dos puntos de la carretera. Su anchura es mínima, lo que permitía el tránsito de prácticamente un sólo vehículo. Después de diversas obras en la carretera, se inició a finales del siglo XX la reforma casi total de la carretera OU-536, por lo que se construyó un nuevo y moderno viaducto que inutilizaba el viejo puente de Ponte Piago.
Así pues, Ponte Piago quedó oculto y olvidado en la naturaleza en el encajado valle del Navea, eclipsado por el nuevo puente de doble sentido. Desde su calzada se divisa el puente nuevo y aguas arriba los restos de un viejo embalse de piedra. Ochocientos metros más arriba disfrutaremos del puente romano de Ponte Navea y de la Capilla de la Encarnación, de la Orden de Malta. Aún más arriba, retiene las aguas del río, el Embalse de Guístolas.