San Salvador de Nogueira es una parroquia perteneciente a Ponteareas que se sitúa al oeste del Río Tea. En el lugar de O Souto existe una plaza en donde se pueden apreciar varios motivos de arquitectura tradicional fascinantes. El más destacado es el hermoso cruceiro, hoy en día policromado, que se encuentra cubierto por un baldaquino que conserva parte del original. Aunque de cronología desconocida es posible que el cruceiro tenga su origen en el siglo XIX. Lo que sí sabemos es que un navegante que se encontraba en medio de una fuerte tempestad prometió que si se salvaba mandaría construir un cruceiro en Nogueira con el Cristo mirando hacia la iglesia parroquial. Y así fue.
En las escaleras que sostienen la base existía una placa de mármol con la siguiente inscripición:
A LA DEVOCIÓN JOSÉ PAZOS RODRIGUEZ D.E.P
Hoy en día la placa está desaparecida aunque aún la podremos ver en la página de patrimoniogalego.net
Su base contiene cuatro figuras relacionadas con Adan y Eva en el momento del pecado original y en una de ellas se refleja el árbol, la manzana y la serpiente. Su fuste es cilíndrico y mantiene un querubín bajo la Virgen. El Cristo destaca por sus grandes detalles como un ángel que recoge la sangre con un cáliz. Toda la cruz está realizada con un solo bloque. El baldaquino y cierre con bases de metal son los originales aunque fue rehabilitado en la década de los 80 del siglo XX y fue cambiada su cubierta. En la reja hay un peto que fue reventado para robar la limosna no hace mucho. Como decíamos el cruceiro está policromado aunque esta labor fue realizada a principios del siglo XXI y con muy poca rigurosidad patrimonial.
Esta plaza se encuentra en el denominado Camiño da Feira que no era otro que el camino que se dirigía a la antaño gran feria de Ponteareas y que daba acceso a los habitantes del sur de la comarca.
Otro de los objetos destacables de este conjunto es un peto de ánimas que los vecinos conocen como «As Almiñas«. Se trata de un conjunto de tres alturas con cubierta a dos aguas. En el de arriba se conserva un pequeño retablo de madera con el Cristo y las almas en el fuego y por debajo está el peto de metal y cuatro figuras muy desgastadas.
Y por último existe una fuente remodelada en el año 2001 cuya parte de arriba contiene una inscripción de 1889 que nos habla de quién hizo la obra.
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