A pies del embalse de Eiras se levanta el Monte Catadoiro. Una de sus cumbres se localiza en la parroquia de Castro Barbudo y se eleva hasta los 467 metros. Esta es denominada «O Castelo» en relación con un asentamiento de época castrexa cuyos restos deberemos adivinar. Desde las inmediaciones obtendremos una gran vista del valle del Oitavén así como del embalse que retiene sus aguas: el embalse de Eiras.
Como muchos de estos de yacimientos el lugar fue sacralizado por la construcción de una iglesia en las proximidades. Dicha iglesia fue reedificada en época barroca, concretamente en el año 1780. Junto a ella se construyó el cementerio parroquial.
Su planta es rectangular de una sola nave y su ábside también adopta esta figura pero con la adhesión de una sacristía. Se cubre a dos aguas y su fachada no tiene ningún objeto decorativo salvo su sencilla espadaña de doble campanario. En el muro sur se encuentra adosado un sepulcro. En el interior se guarda una hermosa cruz románica.
Un vía crucis rodea el atrio de la iglesia pero lo que más destaca de este conjunto es su fantástico calvario de 1883 creado por uno de los grandes canteros de la historia de Galicia: El maestro Manuel González Perdiz, autor de entre otros, del cercano cruceiro de Xende.
Como todo buen calvario consta de tres cruces que representan la crucifixión de Cristo y de los dos ladrones, Dimas, el buen ladrón y Gestas, el malo.
Se encuentra rodeado de un enrejado y en las bases podremos leer lo siguiente:
SE HIZO SIENDO ABAD DON MANUEL MARTINEZ. ADMINISTRADOR JOSE M. GARRIDO. EL MAESTRO MANUEL GONZALEZ. AÑO DE 1883 – DIMAS EL BUEN LADRON – GIESTAS EL MAL LADRON»
Para saber un poco más de su arquitectura y arte podremos ver estos enlaces que nos ayudaran a conocerlo mejor:
- http://patrimoniogalego.net/index.php/26680/2012/10/calvario-de-barbudo/
- http://www.oocities.org/xufp/calvario_Barbudo.html
Por si estas cruces fueran pocas en un montículo que se encuentra por encima de la iglesia tenemos un sencillo cruceiro que parece vigilar las espectaculares vistas que desde aquí obtendremos.