Cuenta la leyenda que San Pedro ad Vincula (San Fins de Arbo), subió junto a sus hermanos a diferentes cumbres junto al Miño para intentar localizar el cuerpo del otro hermano que se había ahogado en el río, San Telmo. En cada cima a donde subieron hoy existe una ermita.
Una de ellas es la de San Fins, en Arbo, junto al límite municipal de As Neves. Se sitúa en piramidal montículo de 672 metros de altura. Se trata de una pequeña ermita de planta rectangular con cubrición a dos aguas recientemente acondicionado con teja. Está construida con sillares irregulares de granito y en ella se puede apreciar diferentes etapas constructivas. Destacamos el arco de medio punto que hoy fue cegado mediante una puerta adintelada. En uno de los muros de la ermita podremos ver una inscripción que parece marcar el año 1638.
Los orígenes de esta ermita, además de su origen legendario, podría ser la necesidad de cristianizar una zona que despierta un elevado interés en tanto a su configuración. Es posible que antes de ser un lugar sagrado para los cristianos, lo fuera para las culturas anteriores. No hay más que ver las marcas en las rocas de los alrededores para podernos hacer una idea de que aquí pudo existir algún emplazamiento castrexo o posterior, tipo atalaya de vigilancia. Aún así, el terreno está muy desconfigurado debido a la construcción de la carretera, de la ermita, del mirador y del área recreativa.
En este lugar disfrutaremos de unas de las mejores vistas del valle del Miño y de Portugal, así como de el mítico San Nomedio, Salvaterra y de parte del Val do Louro.
A primeros de agosto Cabeiras realiza la romería que congrega a numerosos fieles en torno al santo abogado de las dolencias de la cabeza. Para ello se realiza una ascensión a la cumbre en donde los fieles portan una teja sobre la cabeza.
