Donde la carretera de A Rocha, en Arbo, cruza el río do Enxeño, encontraremos un gran conjunto etnográfico en ruinas y tragado por la vegetación que aprovechaba las aguas de este pequeño regato. En la misma carretera existe un lavadero y los restos de un pequeño molino de agua. Río arriba, a pocos metros, veremos la muestra de dos viejos molinos de cubo apostados junto al viejo camino que los comunicaba y que nos llevaría hasta la Fervenza da Laxe do Avó. El primero de ellos es solo una sombra del que podremos ver en el cartel informativo ya que hoy en día está muy deteriorado y destrozado.
Junto a la carretera y del lavadero existe un pequeño camino que nos conducirá a la conocida como Fonte do Enxeño. Pero, ¿a qué se debe este nombre de la fuente y del regato? Pues la respuesta la tenemos a pocos metros río abajo donde existen unas grandes ruinas tragadas por la vegetación. Se trata de varias edificaciones anexas que formaban molinos, almacenes, dependencias y lo más llamativo una sala para lo que creemos que era un aserradero de madera. En este podremos ve la gigantesca estructura de metal que formaba la rueda en donde iban apoyadas las paletas para su movimiento, movimiento que hacía girar el mecanismo necesario para la sierra. Adosado a esta edificación también existen los restos de un molino de cubo.
Desconocemos su antigüedad y nada sabemos de su historia y aunque tampoco podemos asegurar su función como aserradero hemos localizado un topónimo en un mapa Minutas de 1915-1960 que nombra el lugar como «Aserreria». En otro mapa de planimetrías de esas épocas también nos habla de la situación próxima de una «fábrica de maderas».
Debemos saber que la industria de los aserradores tuvo un gran impulso a finales del siglo XIX y continuó en las primeras décadas del siglo XX con un nuevo repunte durante la II Guerra Mundial. A principios de siglo aumentó la demanda del papel y de madera en relación con las conserveras de la costa de la Ría de Vigo. Tampoco olvidemos el gran potencial forestal de esta comarca.
Es fácil imaginar el porqué del nombre del regato: «Enxeño» en gallego designa un «ingenio, invento, aparato o mecanismo». Por ello y por la toponimia no sería difícil pensar en una antigüedad cercana a los 150 años para esta construcción.
Río abajo y muy cerca tenemos el Parque etnográfico de Os Muíños da Rocha.