En los límites de la parroquia de Loureiro, en Cotobade, existe un centenario camino empedrado que nos conduce por el valle frondoso del Almofrei hasta un hermoso puente que cruza este río. Se trata de un puente posiblemente de principios del siglo XVIII que cuenta con un solo ojo ligeramente apuntado. De este puente sobresale su rasante plana, propia de los puentes del siglo XVIII. Es el puente de Serrapio, que serviría para el trabajo en los molinos y para el camino hacia el foso do lobo que está muy cerquita de aquí.