La cuenca del Deza forma valles que aún hoy permanecen perdidos y ocultos a las miradas de muchos nosotros. Su relieve y su naturaleza forman lugares de especial belleza repletos de restos llenos de historia y tradición popular.
En el oculto valle de Chedas, en los Montes do Testeiro, existe un casal solitario habitado que se cuenta que hace siglos fue centro de aprendizaje de diversas artes de los vecinos monjes del monasterio de Aciveiro. Se trata de un conjunto de edificaciones de diversas épocas y muy reformado que cuenta con capilla, hórreo, vivienda, algún alpendre y un gran adro central al cual le llega un canal de agua que recoge las aguas de un regato cercano.
Diversas piedras dan cuenta de su pasado lejano como una ventana de arco conopial flanqueado por dos rostros grabados que bien podría tener más de 500 años y remontarse al gótico tardío. Diversas piezas dentro del casal cuentan con inscripciones de un pasado incierto ya que se dice que esta edificación fue construida con los restos de un convento que se localizaba en lo alto de la montaña de O Cotado en donde están los aerogeneradores. Aún podremos ver en este lugar unos pocos restos esparcidos. El lugar conserva el topónimo de O Convento.
En el siglo pasado el etnógrafo Xaquín Lorenzo (Xocas) realizó un viaje por los valles de Zobra y ya nos dejó inmortalizada una fotografía del valle de Chedas y nos habla de este casal.
En 1993 se estrenó la película «Huídos» que fue rodada parte en este lugar. Fue dirigida por Sancho Gracia y basada en el libro «Fuxidos de sona» de Carlos González Reigosa.
Su propietario (Antonio) se resiste a abandonar este idílico lugar y mantiene la hacienda a pesar de varios intentos de compra.
Su historia cuenta leyendas sobre las correrías y amoríos de Pimentel y para ello os recomiendo este enlace en dónde podréis tener una pequeña idea de lo que se cuenta y que da fé el señor Antonio: Capítulo 0.
Se ruega mantener la paz del lugar y no olvidemos que se trata de una casa privada y habitada por lo que se pide un respeto a la intimidad.
