Cerca de la mina romana de A Toca y de la mina romana de Monte Barreiro, se localiza un pico de 1227,71 m de altura denominado O Taro Branco. Sobre la verde superficie de las estaciones estivales, sobresale una gran lengua de roca calcárea que confiere un brillo y color que dan nombre a esta montaña. «Branco» se traduce al español como «blanco». Hace dos mil años los romanos explotaron esta zona por motivo de su riqueza mineral. Así fue como horadaron este paisaje característico de este lugar.
Además del legado romano sobresalen las fantásticas y maravillosas vistas de gran parte de O Courel. El valle del Lor, las Devesas de Rogueira y Paderne, el Castro de Brío, el Alto do Couto, Monte Cido, los pueblos de Mercurín, Meiraos, Parada, Moreda … Mencionar la existencia de un estanque, en donde nace el pequeño río da Aiga, del que posiblemente se surtió de agua el pueblo romano para erosionar la montaña en busca de oro, en la cercana Mina de A Toca y de Monte Barreiro.
En invierno, estos parajes se visten de blanco a causa de la nieve y de las heladas persistentes durante esta época del año.