El Monte Aloia conserva vestigios de su pasado y de su historia desde tiempos inmemoriales. Ya hace 20.000 años que nuestros antepasados poblaban estas tierras, y seguramente que lo hacían desde unos cuantos miles más. El Alto de San Xiao estaba rodeado de hasta cinco citanias (castros), como el del Alto dos Cubos, que se encuentra parcialmente excavado y reconstruido.
En el alto de S. Xiao, se encontraba uno mucho más grande y de gran importancia debido a sus dimensiones. Pero la transformación llevada en este monte a través de los siglos por parte de variopintos pueblos, hacen que en la cumbre exista una multitud de restos diseminados de difícil datación.
Uno de los casos más curiosos es la existencia de una gran muralla de dimensiones considerables que rodeaba todo el complejo en la cumbre. Se ha especulado mucho sobre su origen, pero lo cierto es que la muralla está rodeada de un gran misterio, misterio que de momento nadie ha podido desvelar. Se trataba de la muralla antigua más grande de toda Galicia y hoy se conserva un gran trozo de más de 300 metros lineales en los alrededores del alto, así como unas cuantas partes diseminadas. Entre las teorías sobre su origen, se baraja la posibilidad de que aquí estuviera emplazado en Castellum Tude, la antigua ciudad de Tui de épocas de los romanos.
También se dice que la muralla rodeaba un gran poblado castrexo, que en la época de la conquista romana daría origen a la famosa batalla del llamado Monte Medulio, que algunos historiadores han localizado en este lugar. Tan sólo se sabe que el Monte Medulio se encontraba muy cerca del río Miño, aunque su topónimo nos recuerda a las Médulas, en el Bierzo, que en sus tiempos también formaba parte de Gallaecia. Posteriormente numerosos pueblos y culturas se asentarían en estas cumbres del Aloia, como los mismos romanos, los suevos y más adelante los invasores franceses. Sea cual fuera el origen, todos estos pueblos se beneficiaron de esta gran estructura defensiva. Una vez acabado el reino de Gallaecia de los suevos, se estableció en Tui el rey visigodo Vitiza. Se cuenta que su mansión se encontraba en las proximidades de estos montes, concretamente en la parroquia que curiosamente se denomina Pazos de Rei. Otras teorías pretenden dar a la muralla un origen mucho más clásico, atribuyéndosela a los griegos.
Lo más probable es que en su inicio se estableciera un castro que posteriormente fuera reutilizado como residencia o lugar defensivo para todos los pueblos posteriores, reformándose la muralla de una cultura a otra. En 1610, Fray Prudencio de Sandoval nos daba una idea de la situación del lugar en aquellos tiempos:
» … en lo alto de esta sierra, que es una gran legua (poco más de 5 km), de muy áspero camino de Tuy, está un sitio no muy llano, con una cerca de media legua (cerca de 3km) en contorno, que tendrá de grueso el muro más de tres varas (más de 2,5m): tiene a cierta distancia sus tubos o Rebellines, vense claramente por donde eran [as puertas y edificios, y en medio está una hermiia dedicada al máriyr San julián, no es muy aniiqúo el edificio .. , no pudo estar aquí la ciudad de Tuy, que no avia de poblar Diomedes, lugar tan señalado en un sitio tan áspero, y inacesible por todas partes … Es a mi parecer un castro, o sitio fuerte, que ay muchos en Galicia, los quales hacían los christianos para recogerse en ellos con sus mugeres e hijos, ropa, y defenderse el tiempo que moros y corsarios corrían la tierra … Fué (a mi parecer) la principal ciudad de las montañas de Galicia.»
En la foto inferior podemos apreciar desde el satélite la línea longitudinal de la muralla que se extiende más de 300 metros justo donde se ubica el cursor en la foto. Para localizarala, lo mejor es bajar las escaleras que se sitúan por debajo de la capilla de San Xiao hasta que nos cruzamos con una pista de tierra. A mano derecha y a unos cien metros, apreciaremos claramente la muralla que se pierde entre los matorrales de la sierra.
