En Saiáns, Vigo, junto al río de Estea, al lado del castro del Alto da Medoña, existe una serie de molinos cuya cronología se extiende desde aproximadamente el 4000 a.c. hasta el siglo XIX.
Los más modernos son un conjunto de cuatro molinos que utilizaban el agua del río para mover sus «moas» y que aún podemos ver sobre el río. Junto a ellos existe una roca con tres molinos de soporte fijo del neolítico. Los molinos solían estar labrados en piedras móviles o en rocas, como en este caso.
No son los únicos ejemplos de este tipo de molinos, ya que en los Montes de Mauxo tenemos alguno más. Sin embargo este tipo de molinos solo podremos verlos entre Caminha y la Penísula del Morrazo y unos casos aislados en Ribeira, Carnota y Agolada.
Su utilidad aún no está del todo claro. Se sabe que en principio servían para moler cereal, mineral, pigmentos o quizás plantas psicotrópicas.
