El área de Monte Penide mantiene signos evidentes de ocupación milenaria en forma de yacimientos que contienen numerosas muestras y vestigios de tal pasado. Dólmenes, mámoas y petroglifos son parte del legado de nuestros antepasados. A los pies del mismo Monte Penide, existe en su falda sur, una gran roca esculpida con varios motivos en forma de petroglifos. Es el conjunto de petroglifos de Chan da Cruz. Su nombre se debe, además de estar junto a una gran «chaira», a una gran cruz grabada en lo alto de la roca y que por supuesto su origen se remonta seguramente a la edad moderna y cuyo motivo no era otro que santificar una roca que a buen seguro los lugareños respetaban e incluso nuestros antepasados adoraban.
Círculos concéntricos, coviñas y cazoletas son parte de los motivos milenarios que en la segunda década del siglo XXI han sido puestos en valor después de décadas de abandono y deterioro progresivo sin que nadie lo remediara.
El lugar está señalizado y acondicionado por medio de unas pasarelas de madera con el fin de contemplar los dibujos y de preservarlos.
Así todo, el lugar ha sido objeto de continuos actos vandálicos sin comprensión que han llevado a reponer las instalaciones hasta tres veces en menos de una semana.
Para saber más sobre este conjunto de petroglifos os dejamos este enlace en dónde tendréis una fiel descripción de los motivos representados. http://montepenideprehistorico.com/es/029.html
No debemos dejar de ver el cercano dolmen denominado Mámoa do Rei y darnos unas vueltas por su gran conjunto megalítico en donde veremos una de las mayores concentraciones de mámoas de Galicia.
Desde lo alto de Monte Penide, también llamado de San Vicente, tendremos unas fantásticas vistas de la ría de Vigo.
Para llegar hasta ellos es preciso dejar los vehículos justo en la curva de la citada Mámoa do Rei y seguir la pista de tierra unos 500 m hasta la primera desviación a la izquierda, antes de llegar al tendido eléctrico que atraviesa este monte.