A Madroa es una zona de Vigo donde abundan los restos históricos de épocas remotas. Repartidos por todo el monte de Candeán, O Vixiador y del Monte Penide, entre los concellos de Vigo y Redondela, podremos encontrar multitud de mámoas y dólmenes, así como abundantes petroglifos y hasta los restos de un viejo castro en San Esteban de Negros.
Son restos del neolítico, casi todos ligados a la cultura megalítica, que se desarrolló en Galicia tres o cuatro milenios antes del año 0. Todos estos hallazgos nos dan buena cuenta de la ocupación humana de estas zonas desde épocas remotas.
Uno de los mejor conservados y de mayores dimensiones es el llamado Casa dos Mouros, que se encuentra en Candeán, en el concello de Vigo, muy próximo a los campos de entrenamiento de R.C. Celta y muy cerca también del Parque zoológico de A Madroa. Causan impresión las sensacionales piedras que forman el polígono, pesando toneladas y llegando a rondar los 2 metros de altura. Esta formado por cinco ortostatos y la cubierta, que se encuentra apoyada sobre una de las losas.
Lo que vemos hoy en día, son los restos descubiertos de una tumba de un enterramiento neolítico, ya que en su origen y en un pasado, las piedras estaban cubiertas por un pequeño montículo de tierra, que es lo que recibe el nombre gallego de «mámoa». Sin embargo, la voracidad de los buscadores de tesoros, que llegaban al lugar guiados por las historias y leyendas que contaban la aparición de grandes riquezas, propició que las mámoas fueran «violadas» y saqueadas, llevándose consigo lo poco que de valor encontraban y destrozando las posibles evidencias de enterramiento que pudieran haber llegado hasta nuestros días.
El nombre de «Casa dos Mouros», proviene de un ser mitológico gallego (o mouro), cuya existencia está casi siempre ligada a estas milenarias piedras y a otros lugares históricos y legendarios de toda Galicia.
En la década de los ochenta del siglo XX, el concello de Vigo tuvo que comprar a un particular la finca donde se ubica la mámoa, dado que este pretendía construir una casa en las inmediaciones. De todas formas, después de tantos años en manos del concello, el lugar no se encuentra debidamente acondicionado, y por épocas abandonado, a pesar de que es una de las mayores joyas históricas del municipio de Vigo.