El Alto da Cruz do Castro de Carballedo, en Cotobade, recibe su nombre debido a la existencia en su cumbre de dos elementos significativos. Uno de ellos desgraciadamente ya no existe desde principios del siglo XX. Se trataba de una cruz que se erigía en lo alto y que era visible desde todo esta parte del valle del Almofrei. Es más obvio el nombre de «castro» que nos denota la existencia de un asentamiento castrexo en esta cumbre.
Así, a una altura de 475 metros y sobre una pequeña loma situada en el barrio de A Igrexa se asientan los restos del castro del Alto da Cruz. Se puede observar en la croa la superficie artificialmente allanada para albergar las viviendas circulares que conformaban el castro. También podemos observar en las excavaciones los restos de otro tipo de viviendas de forma cuadrangular que nos denota la presencia romana y galaico-romana con motivo de un nuevo aprovechamiento del castro en edades posteriores a la conquista romana. Eso nos llevaría a una ocupación que abarcaría desde el siglo IV a.C hasta el siglo V d. C, siglo en donde los pueblos suevos invadirían Galicia.
Además de las viviendas podremos observar las murallas que circunvalaban parte del yacimiento, así como otras estructuras. Aún se puede ver la base y el pedestal de la cruz que coronaba el alto y que dio el nombre a este lugar. Durante las excavaciones del año 2009 se encontró un pendiente de oro el cual tuvo una gran repercusión en los medios.
Además del castro nos llamará la atención una construcción también redonda que aún se conserva en pie.
Se trata de un molino de viento que aprovechó la base de una vivienda circular castrexa para su construcción. Se conoce como el Muíño de Vento de Laredo y es uno de los cuatro ejemplos de este tipo de molinos que existe en Cotobade. Dentro aún podemos observar parte de la maquinaria que era utilizada para la molienda.
Si nos acercamos a uno de los afluentes del Rego do Val da Pereira que discurre a los pies del castro y que se encuentra a unos 500 metros del Alto da Cruz podremos ver otro ejemplo de molino, pero esta vez movido por el agua. Es el conocido como Muíño da Igrexa. También es de destacar la ancha calzada que discurre en dirección al molino y que pasa a los pies del castro.
En las cercanías hay varios grabados rupestres como los del vecino Monte Pedreira.