Muy cerquita del puente medieval del Río Caraño, en Covelo, se localizan una serie de molinos de agua escalonados reconstruidos para el deleite del visitante. Cuatro construcciones bastan para crear una zona hermosa, donde podremos admirar la rehabilitación de dichos molinos y de sus canales. Justo al lado de la carretera podremos descansar en la pequeña área recreativa de Portafurado.
Si cruzamos la carretera y seguimos un pequeño camino empedrado que se dirige al Río Caraño, descubriremos un magnífico puente de épocas remotas, que conserva toda su magia y belleza.
Otro de los caminos que bajan hacia el río Caraño nos llevará hacia una antigua fuente junto a lo que parece un molino abandonado. Sin embargo, esta construcción cuadrangular de mampostería no es un molino, ya que no cuenta con las características específicas de los molinos. Desconocemos su finalidad y si guarda alguna relación con la fuente.
Desde los molinos de Portafurado nos podemos dirigir a interesante lugares, como pueden ser los viejos puentes y pasos seculares de la zona, así como a las más enigmáticas ermitas.