Galicia, tierra de hórreos. A finales del siglo XX, Galicia contaba con más de treinta mil hórreos, es decir, más de uno por kilómetro cuadrado.
La necesidad de antaño de almacenar grano en sitios secos y seguros, contribuyó a que el hórreo jugara un papel muy importante en la economía de subsistencia de la región de los siglos XV-XIX, sobre todo con la llegada de nuevos cultivos procedentes de América en el siglo XVI, como pudo ser el maíz.
Sobre el origen de estos existen varias hipótesis. Se cuenta que los actuales «canastros» provienen de estructuras de almacenaje circulares ya existentes en los pueblos prerromanos. Con la romanización, estos adoptarían la misma forma pero comenzarían a elevarse y a sostenerse sobre sus «pés» (piés). Las palabras «cabazo» y «canastro» provienen del latín y significan capacho y canasta (cesto redondo).
La palabra «Cabazo» se utiliza más bien para los de estructura circular, que aún hoy existen en Galicia, sobre todo en tierras de Lalín y Melide. A partir del siglo XII ya aparecen documentados los de planta rectangular y cuadrangular, como en alguna ilustración de «As Cantigas de Alfonso X». Los materiales empleados para su construcción varían según la zona. Granito, pizarra y madera son los más habituales.
En esta pequeña parroquia de Santa María de Quins, en Melón y en la Comarca do Ribeiro, se encuentra una de las mayores concentraciones de estos canastros de toda Galicia. Por la antigua N-120 que une Ourense y Vigo, entre el km 603 y 604, encontraremos el desvió hacia la iglesia que se sitúa justo al lado del conjunto de hórreos. En una pequeña loma en lo alto del pueblo de unos 4000 m2, se localizan hasta 24 de estas construcciones, agrupadas en dos grupos de 10 y 14. Unos y otros son separados por una superficie despejada donde se ubican tres cruceiros simulando el Monte del Calvario.
Los dos cruceiros de los lados tiene un patibulum inclinado, posiblemente haciendo que el conjunto imite las cubiertas a dos aguas de los vecinos hórreos. Muy próximo a estos hay una especie de pila o ara con un tubo metálico.(¿?) A la loma llega también un vía crucis, lo que nos da una idea del fervor que provoca este lugar.
Los materiales usados en estos canastros de Quins, son originariamente, el granito y la madera, este último utilizada en los balagustos laterales. Algunos presentan también cubrición de teja.
Además vale la pena observar la iglesia y las casas que se localizan en las proximidades de los hórreos de Quins, ya que algunas de las construcciones se conservan bastante inalteradas desde quizás hace más de un siglo.
La zona de los hórreos de Quins fue parcialmente rehabilitada y acondicionada en el año 2007 y está integrada en un plan de rehabilitación europeo.
No es el único conjunto de hórreos de Quins, ya que en O Casal podremos ver otro más formado por 19 construcciones. También en Melón, debemos aprovechar para visitar el monasterio de Santa María y las pozas del río Cerves.