En la parroquia de Taboexa y en el concello de As Neves, encontraremos muy cerca del Castro de Altamira, los restos de un conjunto de molinos harineros bajo un frondoso bosque formado por carballos que sobrevivieron a los voraces fuegos del año 2017 y que calcinaron toda esta zona.
Estos molinos de Tabeoxa se encuentran en el Lugar do Mouro y aprovechaban la fuerza del agua de un pequeño arroyo que nace en las inmediaciones del Monte de Feresvello, en San Nomedio.
Se trata de molinos de canal y de cubo, de mampostería de granito, planta rectangular y cubiertos originalmente a una agua con teja curva del país. La verdad es que da la impresión que el regato de poco caudal probablemente provocaría el parón de los molinos en temporadas secas. Sin embargo se observa un sistema de pequeñas presas sobre los arroyos que posiblemente almacenaran el agua y así poder aprovecharla al máximo, repartiéndola hacia las maquinarias cuando fuera necesario.
Algunos molinos están escalonados y el resto aprovechaba el agua de un mismo canal (levada). Además los molinos de cubo existentes tienen la particularidad de almacenar agua en el cubo para así soltarla a presión cuando fuera necesario. No se desperdiciaba ni una gota.
A tan solo unos metros de lo molinos se encuentra los petroglifos de A Laxe dos Penes y dos lagares rupestres junto a ellos. También tenemos un conjunto de casas centenarias en ruinas y una de las cuales tiene una larga mina labrada en la misma roca.
No olvidemos la proximidad del Castro de Altamira y la ermita de San Bartolomé. Sin duda esta zona de Taboexa esconde una gran cantidad de lugares mágicos que esperan tu visita.
