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Monasterio de Sanfins de Friestas

Mosteiro – Igreja de São Fins de Friestas

Sancti Mametis de Fenestris

A tan solo 12 kilómetros de Valença se localizan en una ladera del Monte Faro y a 200 metros de altura los restos del monasterio milenario de Sanfins de Fiestras con una clara influencia del románico y cantería gallega.

Causa impresión el estado de esta joya histórica en la que podremos disfrutar de un gran número de elementos patrimoniales de entre los que destaca su espectacular iglesia románica. Claustros, soportales, cementerio, acueducto, molino, capillas, dependencias, lagares, eiras, terrenos de cultivo, murallas, capillas y fuentes, son solo una pequeña parte de lo que nos depara este lugar que fue muy modificado durante los últimos siglos.

Acueducto

No hay unanimidad para su antigüedad. Mientras que unos sitúan sus orígenes ya en época alto medieval (principios de siglo VII), para otros su fundación sería en el siglo XII. El derribo de un nártex secular en el siglo XX en el que existía una fecha primitiva impidió su estudio minucioso y por ello las dudas de su origen.

Tenemos documentos en el siglo XII que nos cuentan que el cenobio fue fundado por los monjes benedictinos y que perteneció a la diócesis de Tui. Disponía de un gran coto que le otorgaron diversos privilegios reales y por ello la riqueza era abundante. El primer salmón pescado en su coto del Río Miño y las primeras piezas de caza eran «donadas» a los monjes. Además los habitantes del coto estaban exentos del servicio militar y solo cuando el rey en persona luchaba estos tenían que unirse.

Iglesia de San Fins

A partir del siglo XV comienza el declive y disminuye el número de monjes hasta que en 1545 tan solo residían tres monjes. Por ello se transfirió el convento a la Compañía de Jesús, los jesuitas. Estos mismos realizaron los primeros cambios en las instalaciones y en ellos apreciaremos las manos de los canteros gallegos y vascos. Los jesuitas mantuvieron el cenobio hasta el año 1759 que pasa a manos de la Universidade de Coimbra hasta el año 1834, año que al igual que en España, los bienes eclesiásticos de las compañías religiosas son subastados. Unos años antes, en 1780, el monasterio quedó abandonado, fecha que consta grabada en la puerta. Hay documentos que afirman que junto al convento existía una torre que fue presidio para personas nobles. De dicha torre no existen restos visibles. La hermosa iglesia románica empezó a recuperarse en 1933 y las obras se extendieron hasta mediados de siglo. En los últimos lustros del siglo XX los trabajos continuaron y actualmente está siendo objeto de otra intervención.

Monasterio

Existe una zona habilitada como aparcamiento y mirador. Desde allí, además de las hermosas vistas del valle podremos ver ya las ruinas del monasterio y la silueta de la impresionante iglesia románica.
Por un camino descenderemos y pasaremos junto al pequeño cementerio barroco abandonado en dónde aún podremos ver las tumbas de los últimos feligreses. Por su estado y restos de flores artificiales sabremos que fue utilizado hasta bien entrado el siglo XX. Allí mismo una pequeña capilla completa el camposanto.

Seguimos bajando y nos toparemos de bruces con una especie de gran muralla abierta con un pequeño arco de medio punto que nos recuerda en parte al acueducto del Monte da Cidade, en Fornelos. Y no es para menos, pues también es un acueducto de 500 metros que dotaba de agua al complejo. Atravesamos el arco a modo de puerta de entrada y ya podremos ver en todo su esplendor el conjunto monacal en ruinas.

Eira

Darnos una vuelta por todo nos ayudará a localizar el molino, la impresionante fuente que se sitúa debajo de él, los socalcos para el cultivo, las dependencias monacales con vistas de ensueño, restos de un lagar, canales de agua, un precioso claustro renacentista… y sobre todo la majestuosa iglesia románica de São Fins. Iglesia rehabilitada que consta de dos tramos, uno rectangular y otro semicircular. La iglesia se cubre con teja a dos aguas y en el exterior podremos apreciar los rasgos románicos de su gran alzado.


Recorriendo sus recovecos pronto encontramos el punto más alto, al cual se accede por unas escaleras del siglo XVIII. Allí, arriba descubriremos los restos de otra pequeña capilla barroca del mismo siglo que domina todo el valle. Unas rocas con supestas pilas naturales se sitúan junto a este lugar. Esto hace suponer que el lugar ya fue utilizado desde remotas épocas posiblemente prerromanas.

Vista general

En el camino de subida veremos una posible «eira de maiar» junto a otras estructuras para nosotros desconocidas. También podremos apreciar gran parte de la muralla que acotaba el cenobio y que se extiende sobre un gran territorio.

Cementerio

Vale la pena pasar largo tiempo en este lugar y observar cada detalle y cada época de construcción, pues es espectacular. Sin duda unos restos de visita obligada para todo el mundo que disfrute de la historia galaico-portuguesa.

Capilla

Más fotos

MAPA – LOCALIZACIÓN

Para saber más (En portugués)

2 comentarios en “Monasterio de Sanfins de Friestas”

  1. Maria Cristina Lopez Vazquez

    Es hermoso lo que Uds mandan via mail. Soy de Buenos Aires, jamas fui a España ni a Galicia de donde era oriunda mi madre, Milagros, de Villagarcia de Arosa. Vino a Argentina con mi abuela Consuelo en el año 1933, pues las mando a buscar mi abuelo Ramon que vino en 1926.
    Mi sueño imposible, como la cancion del Quijote de la Mancha seria recorrer toda Galicia, pero jamas podre cumplir ese sueño. Me conformo con mirar las magnificas fotografias que Uds me envian.
    Por ahora seguire soñando. Gracias.

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