Existió un territorio en el suroeste de Galicia antes del siglo V d.c. que se conocía como Turonio. Los límites no están muy claros, pero es posible que abarcara desde la costa hasta casi A Cañiza y hacia el norte llegaría hasta los límites de la Comarca de Vigo. En esta tierra se disponían una serie de castillos o fortalezas para la defensa del territorio de posibles ataques de lusitanos, piratas y otros pueblos que llegaban desde el mar y del interior. Diversos estudiosos intentan situar el castillo o plaza fuerte de Turonio o Toroña en diferentes localizaciones. Por un lado hay quién dice que el topónimo «Turonio» podría haber desembocado en la población de Oia conocida hoy como Torroña. En sus inmediaciones se encuentran los restos de dos castillos, el de Lousado y el de Chavella, este último sobre la bahía del Monasterio de Santa María de Oia.
Aquí, en Entenza, en tierras de Salceda, existe un topónimo similar, Torrón, por el cual algún investigador intenta situar aquí la capital de Turonio.
En un lugar conocido como O Castelo existen los restos de lo que podría haber sido este castillo, en una zona denominada A Torre, a 124 m, en un lugar desde donde se divisaba una buena panorámica del Río Miño, de este a oeste. Sin embargo el flanco norte se encontraba muy desprotegido, ya que se tiene poca visibilidad que es tapada por el Espicho do Faro y los montes circundantes.
Sin embargo es muy probable que en el Espicho se encontrara un lugar de vigilancia, ya que desde este se podía divisar la punta del Faro de Budiño e incluso la fortaleza de lo alto del monte Galiñeiro. Lo malo es que el monte está lleno de arbustos y hierbas que hacen casi imposible apreciar cualquier cosa. Además la presión de una cantera, hoy abandonada, ha hecho desaparecer los restos aproximadamente en un 90 %. Lo poco que se deja ver son algunas rocas con alguna marca y rebajes en otros penedos. En lo más alto, destrozado por la cantera, se localiza una especie de molino navicular junto con alguna marca que no podemos reconocer. Una pequeña mesa rústica de piedra de época de la cantera y una extraña roca que forma un ángulo recto con restos de pintura y cal, la cual conserva restos de color. Diversas cavidades se reparten por el lugar, aunque la mayoría son artificiales, provocadas por la extracción de la preciada roca.
Sin embargo, más que un gran castillo, observamos lo que podría haber sido una fortaleza pequeña, que por su extraña situación geográfica se hace difícil que pudiera albergar cualquier capital o plaza fuerte.
Según un escrito del siglo V, el castillo se encontraba situado a una legua del monasterio de Oia y a tres de Tui, por lo que hace aún más difícil la ubicación aquí del llamado y conocido como Castillo de Toroña. Una legua era aproximadamente la distancia recorrida a pie durante una hora, casi la misma distancia que pudiera haber desde Tui en la antigüedad y no tres como rezan los escritos. Tres si que hay aproximadamente a Torroña en Oia, por lo que quizás se pudiera localizar el castillo en el Alto do Lousado, a escasa distancia de esta población. Además, el Castillo de Lousado nos ofrece una espectacular visión de casi todos los posibles fuertes defensivos de la zona suroeste de Pontevedra.