El río Xesta discurre por Liñares bajo el viejo puente de los arrieros. Un poco más abajo el río se encaja y cae precipitadamente en un descenso vertiginoso, formando la gran cascada de A Freixa, digna de situarse entre los saltos más hermosos de la provincia de Pontevedra.
Para llegar hasta ella debemos descender por una carretera que sale desde las proximidades de Liñares y se se dirige a la mini central hidroeléctrica del Xesta, que aprovecha el salto de agua para la producción de energía. Ahora sí, si lo que queremos es llegar hasta sus pies, no será tarea fácil, pues la senda no nos deja en el río, sino que forma parte de una ruta que discurre por los alrededores.
Por la senda se puede acceder a la garganta superior, en donde el río se encaja justo antes de precipitarse al vacío. Para llegar hasta aquí basta con seguir a la izquierda un pequeño canal que nos cruzaremos en nuestro descenso y que nos conducirá directamente a este lugar en donde encontraremos una hermosa poza artificial.
Esta poza está formada por una antigua presa, que servía para desviar el agua hacia el canal que llegaba hasta A Paradela.