Hospital psiquiátrico de Toén

Ruinas del Hospital Psiquiátrico de Toén

Antes de empezar este artículo os debemos advertir que las ruinas del Hospital Psiquiátrico de Toén no son un campo de juegos, ni siquiera una casa del terror… El estado deplorable de las instalaciones provocan un elevado riesgo de desplome, así que debéis extremar las precauciones y evitar entrar en las diferentes dependencias.

Evitar su visita con niños y mascotas, pues los restos de metales, cristales por el suelo y la presencia de alcantarillas sin tapa podrían traeros un gran disgusto. Por supuesto desaconsejamos su visita de noche ya que no creo que veáis fantasmas. Y para los amigos de lo ajeno deciros que ya no queda nada por llevar, ya se os han adelantado. En menos de una década el hospital Psiquiátrico de Toén se ha convertido en un gran ejemplo de la depredación humana ayudada por la desidia de las autoridades competentes.

Vista parcial

Ya habíamos visto fotos del Hospital Psiquiátrico de Toén pero no nos imaginábamos ni por asomo la magnitud de las instalaciones y sobre todo el estado actual tan deplorable que alcanzado en tan solo ocho años.

Hospital psiquiátrico de Toén

Situación

El hospital Psiquiátrico de Toén se localiza en el concello de Toén, concretamente en en el SO de la parroquia de Moreiras sobre una loma de 500 metros de altura situada a tan solo ocho kilómetros de la ciudad de Ourense. Para su construcción se buscó una zona rural, algo alejada de núcleos urbanos y en un remanso de paz buscando la vuelta de la cordura de aquellos desafortunados que estuvieron entre sus muros. Nunca contó con muros ni verjas para retener a los internos ya que las propias características físicas de soledad de su emplazamiento provocaba que las fugas no llegaran muy lejos, siendo los propios vecinos de las proximidades los que advirtieran de las escapadas.

Leprosería del Noroeste

Los orígenes y uso del futuro del hospital psiquiátrico de Toén eran en un principio otros. En 1929 se inició un proyecto por dos millones de las antiguas pesetas para edificar en este apartado lugar la Leprosería del Noroeste de España que llevó a cabo el arquitecto Don Manuel Conde Fidalgo autor también del Hospital Antituberculoso de Piñor y el Hospital Modelo de la Diputación. Para ello fueron cedidas por los comuneros en 1944 hasta 31 hectáreas de terreno con la condición de abrir la leprosería o una finalidad similar de tipo médico asistencial.

Sin embargo debido a los avances en la curación y prevención de la lepra en los años 40 nunca fue finalizado y años más tarde se retomó el proyecto con una finalidad diferente, la construcción sobre el lugar de un nuevo hospital psiquiátrico diseñado por el mismo autor. Las 31 ha de terrenos fueron cedidas por los comuneros de la parroquia con la especificación en las clausulas de la contratación de personal que fueran vecinos del concello de Toén. Esto produjo que el hospital se convirtiera en un motor económico para la comarca ya que no eran pocos los que trabajaban en él o para él.

Pasillos abandonados

Construcción del Hospital Psiquiátrico de Toén

Sobre el antiguo proyecto de leprosería se construye pues el nuevo hospital (primera intervención en la asistencia psquiátrica pública de Galicia) que fue inaugurado en el verano de 1959 con 150 camas siendo nombrado director médico del sanatorio el psiquiatra Don Manuel Cabaleiro Goás quién ostentó el cargo hasta su fallecimiento en 1977. Pronto recibe los primeros catorce enfermos trasladados desde el hospital de Conxo y ya en el primer año de funcionamiento albergó hasta 95 personas en tratamiento. En principio el hospital tan solo era exclusivamente para hombres, siendo las mujeres derivadas al Hospital de Conxo y posteriormente al psiquiátrico de Arevalo.

Nuevas instalaciones

Debemos imaginar las condiciones y los tratamientos recibidos por los internos en esas épocas en donde los fármacos aún empezaban a dar los primeros resultados y su uso no estaba tan normalizado, aunque ya eran presescritos por facultativos. Las condiciones en los primeros años serían duras para el interno ya que además el personal era escaso e insuficiente para el creciente número de pacientes. Celdas, electroshocks, inyecciones de aguarrás y otros dudosos métodos estaban al orden del día en los primeros años.

Uno de los edificios

Sin embargo las condiciones y avances en psiquiatría mejoraban día a día y el hospital y sanatorio de Toén llegó a tener una gran reputación en toda Europa durante las décadas de los 60 y los 70. Después de la muerte de Cabaleiro en 1978 y el abandono de figuras de prestigio como Dr. Arturo Rey el hospital psiquiátrico de Toén comenzó su declive.

Ampliación de 1975

El sanatorio de Toén fue inspirado en el proyecto del hospital de Gheel, en Bélgica, con la idea de un «aldea-hospital» y llegó a tener casi 350 internos, aunque lo más habitual era que albergara entre 150 y 200.

La fiesta del enfermo

Hasta un mínimo de dos ocasiones (1967-1968) Cabaleiro promovió la llamada Fiesta del Enfermo en donde en un acto público con visitas familiares se desarrollaban diferentes actos culturales y deportivos e incluso un partido de fútbol, ya que las instalaciones contaban con un campo para la práctica de dicho deporte.

Interior y grafittis

La psiqiatría poco a poco va cambiando y se implanta la actividad ocupacional terapéutica-artística y para ello además de diversas labores agrícolas se crean diversos talleres como carpintería, encuadernación y artes plásticas. Para ello se añaden varias edificaciones más hasta el año 1975, cuando se construye el llamado Club Social, una serie de ocho edificios destinados a diferentes actividades sociales y humanizadoras como cafetería, hostal, salas de exposición, sala de conferencias, peluquerías, discoteca, biblioteca, capilla… Estas últimas edificaciones aunque fueron inauguradas por Fraga nunca llegaron a concluirse debido a la quiebra de la constructora.

A pesar que el deseo de Cabaleiro era disponer de un módulo femenino no fue hasta el año 1983 cuando se abre la Unidad de Mujeres.

Cierre y abandono del hospital de Toén

El artículo 20 de la Ley General de Sanidad, aprobada en 1986, dictaba que “la atención a los problemas de salud mental de la población se realizará en el ámbito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y domiciliario”.

Esto provoca un cambio en la hospitalización psquiátrica en el país y permitió el cierre de numerosos hospitales. La excepción los hospitales gallegos, este de Toén que cerró en el año 2012, Outeiro de Rei meses después y O Rebullón en Mos en el año 2016, es decir, treinta años después del edicto. Los pocos enfermos que quedaban en las ya obsoletas y deterioradas instalaciones de Toén fueron trasladadas al hospital de Piñor.

Abandono y deterioro

En el año 2012 como decimos fue abandonado la actividad y las instalaciones comenzaron el declive. Los terrenos fueron devueltos a los vecinos quienes no tienen forma de deshacerse de esa pesada losa que se mantiene en sus dominios. Durante un año el Sergas lo mantuvo con vigilancia pero finalmente fue dejado a su suerte. Esto fue aprovechado por los vándalos y ladrones que se hicieron cargo de todo lo que tuviera un poco de valor. Ventanas, marcos, sillas, mesas, camas, alcantarillas, cables, tuberías… todo os lo que os podéis imaginar y que fue abandonado incomprensiblemente por la autoridades.

Hoy no queda nada y resulta impactante el nivel de deterioro que ha llegado a alcanzar el hospital psiquiátrico en poco tiempo. Muros derribados, suelos y techos caídos, hierbas trepadoras… son solo una parte del presente y negro futuro que le depara a estas instalaciones a las que nadie ha sabido darle una salida coherente.

Más fotos

Mapa – Localización

Bibliografía

7 comentarios en “Ruinas del Hospital Psiquiátrico de Toén”

  1. Mejor verle en ruhinas y saqueado por lo que espabilaron tras su abandono y cogieron lo que necesitaban que verlo funcionando como institucion psiquiatrica,
    Que solia ser sinonimo de abusos tanto entre los propios internos como de los profesionales a internos ( Como los locos estan locos quien los iva a creer si contaban un abuso y a quien se lo ivan a contar…?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *