En donde menos te los esperes siempre encontrarás un rincón de Galicia que te sorprenderá y seguro que más cerca de casa de lo que te imaginas. Sin embargo estos rincones solo están a la vista y esperan la atención de aquellos que entienden y sienten que la magia de la caprichosa naturaleza se palpa en cualquier lugar. Si eres de los que solo ven «cuatro piedras», el siguiente lugar no es para ti.
Muy cerca del Espicho do Faro, antiguo emplazamiento medieval situado en Salceda de Caselas, nace un pequeño regato que desciende hacia el sur conocido como Regato da Fraga. Los alrededores de este alto están rodeados de canteras de granito y plantaciones de especies de rápido crecimiento. Esto no impide que en cierto lugar se forme un pequeño rincón lleno de magia que forma este regato da Fraga. Para localizarlo lo mejor es que veáis el mapa de abajo.
En Entenza, a unos metros río arriba del punto de la carretera que os marcamos se encuentra este singular rincón. En él, el pequeño regato de A Fraga desciende entre enormes roca, formando pequeñas cuevas y cavidades en donde el río discurre bajo ellas formando un paisaje verdaderamente curioso. Presionado por los eucaliptos persiste en las orillas un bosque autóctono formado por helechos de río y otras especies que con el musgo y las grandes rocas nos darán la impresión de estar en un lugar encantando.
La situación de las rocas es curiosa. Diríamos que parece que alguien hubiera cortado los gigantescos penedos dejándolos caer sobre el río en donde este buscado su trayectoria habría sido capaz de sortearlos bajo ellas.
Puedes subir unos cuatrocientos metros más y llegarás a una presa artificial cuya función principal era para el riego. Desde él veremos los restos del canal que llevaba el agua hasta las fincas próximas, probablemente al lugar de O Pazo.