Marcando los límites de los concellos de O Rosal y de Tomiño se localiza una serie de pequeñas montañas que se levantan a una altura de unos 300 m, es la Serra do Argalo. O Niño do Corvo se encuentra en un lado del gran valle que forma el Río Miño y que divide a España de Portugal. Además su separación con los Montes do Rosal, a consecuencia do Val do Tamuxe, hacen de este un enclave aislado de otras sierras y un lugar estratégico para poder observar maravillosas vistas y una panorámica sorprendente.
Uno de estos montes se llama O Niño do Corvo cuya traducción significa «nido del cuervo». Se eleva hasta 312 m y sobre su superficie se han instalado una serie de antenas de televisión y telefonía. Muy cerquita de este, a unos 500 m cara al sur se encuentra otra loma, que es la más elevada de la zona y que alcanza los 317 m. Es el llamado O Cabezo Gordo, donde se ha construido un hermoso mirador. Desde este se puede observar los Montes do Rosal y O Val do Tamuxe hacia el oeste.
Pero lo mejor, son las vistas que ofrece hacia su vertiente sur y oeste: Gran parte del valle bajo del gran río Miño se puede divisar desde aquí. Veremos su desembocadura en el Atlántico, así como el famoso monte Santa Trega, con A Guarda a sus pies. Al otro lado del Miño observaremos el país vecino con Caminha y Vilanova de Cerveira. Veremos las islas que se forman en el curso final del Miño, como la de Goián, la Vaqueriza o la Illa Canosa en A Guarda.
Aunque la visita a este lugar ha de ser a propósito, aconsejamos su visita para poder maravillarnos de todo el curso bajo del Río Miño.