El Monte Castrove se encuentra emplazado en la sierra del mismo nombre. Sus cumbres separan las vertientes que dan cara a la ría de Pontevedra y la de Vilagarcía. Cuatro son los concellos que comparten estas tierras: Meis, Pontevedra, Barro y Poio. Sus fronteras se sitúan sobre los lomos de estas montañas. Dado que el propio Monte Castrove se ubica en el concello de Poio, localizaremos este lugar en él.
De las entrañas de la sierra emanan varios arroyos que vierten sus aguas a la dos rías, como lo pueden ser el de Castrove, de Santo Tomé, de Campo Ladrón, do Mouro… Sus picos rozan los 600 m , siendo el más alto el Monte Castrove, con 613 m de altura. Accediendo a la sierra desde Armenteira, cruzaremos cerca a Monte Redondo. Un cartel indicador nos señala el camino a seguir para poder admirar los petroglifos de Outeiro da Criba, donde encontraremos unos fantásticos ejemplos de laberintos y figuras grabadas sobre una roca. Si continuamos la carretera es aconsejable parar y ascender en el Outeiro do Peón, a 514 m, donde se aloja una antena de radio. Disfrutaremos de una espectaculares vistas y como curiosidad podremos ver una piedra grabada con una escritura, que según la fecha, data de 1929.
Continuamos hacia el Monte Escusa donde se ubica un campo de golf, cuyo emplazamiento se debe a la proximidad de una de las mejores zonas turísticas de Galicia, como lo es Sanxenxo. Además veremos otro centro emisor. En este monte se celebra en Agosto una «gran rapa das bestas«,debido al abundante ganado equino en el lugar. Una vez dejamos la Escusa, en el concello de Poio, desde donde empezaremos a ascender. A la cima del Monte Castrove sólo se puede acceder mediante una pista, con lo que aconsejamos la subida a pie. D
espués de una subida de casi 3 km y dejando atrás la pequeña capilla de Escusa donde se venera a San Ramón, el lugar nos deleitará con una fantástica imagen visual de Galicia y más en concreto de las Rías Baixas. Hacia el Norte se divisa toda la Ría de Vilagarcía con Cambados, San Sadurniño, a Illa da Toxa, y todo el Val do Salnés. Observaremos toda la Ría de Pontevedra, con la Isla de Tambo y la indudable silueta cubierta de humo de la fábrica humeante de celulosa de Marín. Nos Por detrás del Morrazo, lograremos ver parte de la bocana de la Ría de Vigo con la Islas Cíes y Cabo Silleiro. Hacia el Este lograremos ver las sierras de la Galicia interior. Todo una maravilla visual.
En las proximidades de la cima, hacia el sur, se encuentra una pequeña laguna, donde se cuenta que se pueden observar los restos de una antigua capilla de origen románica.
Estas tierras estuvieron habitadas desde hace muchos siglos como así lo atestiguan los grabados diseminados por la zona y los restos de poblamientos castreños en las cimas. Prueba de ello es la toponimia que hoy se conserva como el Monte do Castro o el propio Castrove. No es de extrañar, pues el lugar hace más de veinte siglos debía ser de una naturaleza espectacular y de una situación estratégica inmejorable.
Hay que mencionar la actual situación de los montes actualmente, pues los incendios de los últimos años, y sobre todo del 2006, han dejado las cumbres de esta sierra, prácticamente desiertas y sin restos de vegetación.
Últimamente se viene realizando una repoblación de distintas especies como ha sido la secuoya, las cuales fueron donadas 500 unidades por el ayuntamiento de San Francisco en el año 1992, por motivo de la celebración del quinto centenario de la llegada a América de Cristóbal Colón, el cual se cree que nació en Poio, donde hoy existe un museo dedicado a él, en la que probablemente fue su vivienda. Estos árboles fueron colocadas sobre todo alrededor del área recreativa.