Gándaras

Gándaras de Budiño

El Río Louro, afluente del Miño, forma uno de los valles más grandes de Galicia. El Louro aprovecha la gran depresión que atraviesa Galicia de norte a sur para lograr el objetivo de llevar sus aguas al Miño. En su curso bajo, forma unas enormes terrazas fluviales que han dado origen a una serie de lagos de agua dulce. Su limo es un excelente sustrato para una infinidad de plantas endémicas de Galicia propias del clima atlántico. Esto, junto al agua dulce, propicia que numerosas especies animales autóctonas y migratorias habiten estos humedales.

La zona está provista de tres plataformas de madera preparadas para la observación de aves. Una zona de especial interés para los amantes de la ornitología y de la flora en general.

El complejo ocupa 700 ha y en su interior se han conservado buenos ejemplos de bosques húmedos, como turberas y bosques de ribera. En los humedales se presentan especies vegetales como amieriros, sauces, espadañas, e incluso plantas insectivoras como las droseras. En la fauna sobresalen el lavanco, cerceta, rascón, garza real, polla de agua, zampullín, carriceros, rana verde, culebra de collar, tortuga europea, lagarto verdinegro… y otras muchas especies, hasta alcanzar las 80 de aves acuáticas y las 150 de vertebrados. La tortuga europea se encuentra en peligro de extinción y ocupa aquí uno de sus últimos reductos. Su supervivencia pasa por la desaparición de la tortuga americana que es un rival directo de esta y de todo el resto del hábitat, debido a su gran voracidad. A lo largo del parque se encuentran una serie de hábitats compuesto de madera a descomponer para los xilófagos, como la vacaloura y el capricornio.

En las cercanías de La Lagoa, entre las aldeas de Eidos y O Casal de Budiño existe un importante yacimiento arqueológico datado de entre 18.000 y 26.000 años a.C.

Lo peor de los humedales es la presión industrial que sufre, pues en sus inmediaciones se localiza uno de los parque industriales más grandes de Galicia, en donde muchos de sus vertidos iban directamente al río y a las lagunas. En las puertas del parque se levantan las ruinas de un centro de interpretación, que el concello de Porriño no supo gestionar y que nunca llegó a abrirse. Por ello, el concello fue multado por la Comunidad Europea. Hoy no es más que un basurero que hace juego con las grandes chimeneas y antenas que rodean la zona.

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1 comentario en “Gándaras de Budiño”

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