Muy cerca del Embalse de As Conchas, se encuentra un montículo que se eleva hasta los 750 m. La particularidad de este promontorio se basa en sus características escarpadas y en su situación estratégica frente al gran valle del Baixo Limia. Desde lo alto disfrutaremos de unas espectaculares vistas de todo el valle y del embalse, así como de la parroquia de Mugueimes. Podremos observar el campamento romano de Aquis Querquennis a orillas del embalse, así como gran parte del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés.
Como muchos otros lugares estratégicos y mágicos en Galicia en lo alto de esta cima se ha construido una pequeña capilla, denominada Ermita da Clamadoira, cuyo origen se remonta al siglo XVIII, muy probablemente construido sobre un templo anterior, donde se cuenta que se reunían los vecinos para convocar la defensa de los moros. En en interior de la capilla destaca un bonito retablo policromado.
La virgen venerada causa gran devoción realizándose una procesión y romería en su honor el 2 º domingo de septiembre, excepto si este cuadra en día 8, que se pasa al tercer domingo. Desconocemos el motivo de este cambio. Antes de esta fecha, en mayo, la virgen es descendida hasta la iglesia parroquial de San Pedro de Muíños, en la tradicional «Baixada da Clamadoira», para después en agosto volverla a subir para celebrar la gran romería de septiembre.
Es tan grande la devoción a esta y a otros santuarios de lugar que se cuenta que la construcción del embalse en 1948, cortó en gran parte la tradición, ya que los lugareños debían cruzar enormes distancias para poder llegar hasta estos santuarios. Es por ello, y como se cuenta en esta página, que el embalse rompiera el triángulo aagrado que formaban esta capilla, y las de San Bieto do Baño y el Viso.
La iglesia se encuentra en medio de una área recreativa compuesta de mesas y fuentes y se completa con un bonito cruceiro en la parte más alta. Destacan los centenarios carballos, que en 2009 fueron propuestos para formar parte de la lista de «Árbores Senlleiros» de Galicia. En los alrededores de la capilla llama la atención la gran cantidad de pequeños carballos que sorprendentemente nacen aquí como si fueran «malas hierbas».