Minas de wolframio de Gomariz - Baltar

Cuándo la guerra acechaba el continente europeo en el siglo pasado, el interés por minerales como estaño o wolframio se disparaba.

Seguramente ya conocerás los usos del wolframio, también llamado tungsteno, y el porqué de la fiebre de este mineral durante las guerras.

Galicia estaba en el punto de mira de los alemanes, sobre todo de la Alemania nazi. La supuesta posición de país neutral durante la 2º Guerra Mundial de España y la crisis que sumió a Galicia después de la Guerra Civil, permitieron que las empresas alemanas se hicieran fácilmente con el control de estas explotaciones.

Galicia era rica en estos minerales. Así lo demuestran las tres bandas de este mineral asociado también a la casiterita y la scheelita que recorren Galicia.

Una de estas bandas de mineral está en el sur de Galicia, lindando ya con Portugal, en los concellos de Baltar y Os Blancos. De esta actividad minera aún tenemos muestras y diferentes restos de explotaciones como la de Baltar y su mina de wolframio de Gomariz.

Estos restos de la mina se localizan en la llamada Serra de Gomariz, a unos 1000 metros de altitud y en ella podremos observar varias edificaciones que aún se conservan parcialmente.

Parece que en estas minas de Gomariz de Baltar ya eran conocidas anteriormente, pues existen referencias a una minería prerromana en las proximidades. También en 1920 fueron explotadas estas zonas, aunque no fue hasta la 2ª Guerra Mundial cuando se intensificó la explotación. (1940-1950).

La primera compañía en hacerse cargo de la explotación de wolframio y de casiterita fue Montana S.A, que contaba con capital alemán. En la misma década vinieron otras más, todas financiadas por los nazis. Una de ellas, Somar S.A., detuvo en 1944 la extracción de wolframio para dedicarse solamente a la casiterita, aunque es probable que la producción de wolframio y otros minerales se extendiera hasta la Guerra de Corea en esta mina.

En el momento de mayor apogeo, las minas de wolframio de Gomaríz llegaron a contar con cerca de trescientos trabajadores vecinos del concello de Baltar.

No vamos a hablar en esta ocasión de las duras condiciones laborales y del mercado negro y contrabando de wolframio que surgieron en las tierras limítrofes con A Raia.

Transformador de las minas de wolframio de Gomariz en Baltar

En la explotación de las minas de wolframio de Gomariz podremos ver hasta seis construcciones en ruinas.

En el punto más alto tenemos la torre de carga desde la que salía un gran plano inclinado de 330 de longitud y 34 % de pendiente para transportar el material mediante railes y vagonetas hasta las tolvas.

Tolva de las minas de wolframio de Gomariz

De la torre de carga o castillete se conserva una edificación derruida de unos 10 metros de altura que conserva el arco por donde comenzaba la vía. También podremos ver gran parte del plano inclinado, creado por acumulación de grandes piedras.

Existían dos tolvas en donde acaba el plano inclinado y también conservamos la edificación que luego servía para el lavado del mineral. Junto a él, veremos la torre que albergaba el transformador eléctrico.

Más arriba también están los restos de otra edificación y un gran estanque de hormigón, pues el uso de agua era necesario para el lavado y otros trabajos. Al no contar con grandes aportaciones de agua, a veces el trabajo era complicado, aunque se optaba normalmente por el bombeo desde los pozos.

De la maquinaria utilizada en su tiempo en las minas de wolframio de Gomariz, del material eléctrico o de los raíles del plano inclinado no queda ni rastro.

No es complicado llegar hasta las minas de wolframio de Gomariz en Baltar, ya que existe una pista con un firme de morrillo hasta las zonas de extracción a cielo abierto y las primeras edificaciones. Eso sí, hasta la torre de carga deberemos ir andando por la continuación del camino.

Justo desde Santo Antoíño sale perpendicularmente una carretera recta hacia el norte desde la OU-1109 que viene de Baltar que deberemos recorrer durante 600 metros. Al acabar, nos desviaremos a la izquierda y en menos de 200 metros comienza la pista que nos lleva hacia A Serra de Gomariz y hasta el complejo minero de wolframio de Baltar.