Portomarín se encontraba situado a orillas del Río Miño, en el valle conocido como Val do Loio. Su situación estratégica hacía de la villa un lugar especial para el descanso y aprovisionamiento de peregrinos en su viaje hacia Santiago de Compostela.
La singularidad arquitectónica de la villa de Portomarín y la iglesia de San Juan hizo catalogarla Conjunto Histórico Artístico el 8 de febrero de 1946. Para atravesar el río, un gran puente cruzaba el Miño en este lugar en la edad media.
Sin embargo, a mediados del siglo XX, se inició la construcción de los embalses de Os Peares y el de Belesar. Su altura inicial no suponía riesgo para el antiguo pueblo, pero una modificación y elevación posterior de la presa de 100 a 135 m, propició que Portomarín quedara inundado para siempre. Por eso el pueblo y la iglesia fueron trasladados piedra a piedra ladera arriba.
También los restos del puente destruido por Doña Urraca quedaron sepultados para siempre, excepto un arco de una esquina que se trasladó junto al nuevo Portomarín y hoy se puede ver en forma de monumento. El puente que cruzaba el río desde tiempos de los romanos medía 152 m de largo por 3,30 de ancho y se mantuvo intacto hasta tiempos medievales, hasta que fue destruido por Doña Urraca en el 1120 en su lucha con su segundo esposo Alfonso el Batallador.
Años después fue reconstruido, posiblemente por Pedro Peregrino quién levantó además el hospital de peregrinos conocido como «Domus Dei». Una prueba de su reconstrucción la tenemos en el Códice Calixtino, del siglo XII. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento consiguió que desapareciera lentamente. En 1895 se vino abajo el arco central y posteriormente irían con él otros más.
Al inundar el pueblo sólo se mantenía un arco en el lado del Barrio de San Juan, que fue trasladado ladera arriba para conservarlo. Sobre el arco se reconstruyó parte de las capilla de As Neves, que formaba parte del antiguo hospital de Portomarín. Para acceder a la capilla se construyó una gran escalinata.
En el año 2011-2012, el embalse de Belesar fue vaciado para tareas de mantenimiento y dejó al descubierto los restos del viejo puente y de la antigua villa de Portomarín, así como el puente del siglo XIX.
Un par de correcciones, piedra a piedra solo se trasladaron la iglesia y el arco del puente medieval y poca cosa más,…y el pueblo queda a la vista muchos años cuando el caudal por sequía baja mucho.
Gracias por la correción! Saludos!