En la parroquia de Sabucedo, a muy poca distancia del recinto donde se celebra la famosa fiesta conocida como «A Rapa das Bestas» encontraremos los molinos de Vesacarballa dispuestos sobre el pequeño regato denominado Barranca de Vesacarballa, en algunos mapas nombrado de Vesacartalla o Vesacortalla, afluente del Quireza. Dicha ruta fue acondicionada en el año 2009 y según el panel informativo se trata de construcciones que abarcan desde el siglo XVI al XVIII, aunque probablemente lo que veamos sea más bien de entre los siglos XVIII al XX.
Se trata de una pequeña ruta de poco más de 1 km que recorre varios motivos de gran belleza de arquitectura tradicional. La pequeña ruta, o mejor dicho, el paseo, comienza junto a la carretera principal PO-7102 en donde encontraremos la señalización y el camino de acceso al regato. Nosotros lo hemos empezado unos metros más arriba (en el puente de la pequeña carretera local que cruza el regato) para poder ver la pequeña presa que desviaba las aguas hacia el primero de los molinos. Aunque no hemos tenido problema al pasar sobre la presa debido a la escasa agua que presentaba el río en esta época, es muy probable que el resto del año sobrepase el muro de mampostería de la presa.
Muy cerca encontraremos el primero de los molinos, un aserradero conocido como «Serradoiro do Mestre» o «dos Regueiro», ambos nombres relacionados con su impulsor y gran primer maestro de la escuela mixta de Sabucedo de la segunda década del siglo XX (Francisco Regueira Moreira). Gracias a él conocemos todos los detalles de este gran molino ya que dejó escrito todos los datos sobre la construcción. Por ello sabemos que se empezaron a realizar las labores de construcción en 1910 para que en 1912 se colocara la primera piedra. Un año más tarde entra en funcionamiento pero como molino de «maquía» para hacer harina. En 1921 comienza su labor de sierra y fue también cuando se levantó el horno de pan de su interior. Además de molino harinero, sierra y horno también contaba con un gallinero. Todo esto provocó que entre los vecinos fuera denominado «A Fábrica».
De su cese de actividad nada localizamos pero probablemente la llegada de la electricidad y modernización de estas herramientas que dejaron de necesitar el agua provocaría su abandono hacia mitad de siglo.
Siguiendo el río y el canal pasaremos junto a un pequeño pero hermoso puente que presenta calzada original y un arco escarzano que permitía una mayor fluidez en caso de crecidas y que probablemente nos llevaría al siglo XIX. El canal pasa por debajo de la calzada del puente hasta el siguiente molino, el conocido como «Muíño da Casa do Comercio», llamado así debido a que sus propietarios tenían un comercio en la parroquia. Debemos recordar que la construcción de un molino, aunque imprescindible, no era una tarea sencilla y mucho menos barata. Así muchos de ellos pertenecían a grupos familiares o vecinos y otros era construidos por familias acomodadas que se lo podían permitir económicamente, como en este caso. Este molino presenta planta rectangular con cubierta a dos aguas y teja del país. El canal desagua en un gran cubo de balsa inclinada de buena sillería. En este lugar junto a la orilla podremos ver las losas que eran empleadas para lavar la ropa.
Más abajo encontraremos tres molinos más que quizás sean los más antiguos que presentan unas característica similares. Los tres son de cubo y destaca su cubierta a una sola agua tapada con losas de piedra. Son los molinos de As Paradas y cruzando el puente de madera el de «O Medio» y de «Os Ovelleiros».
Y esto es todo lo que podremos ver en este conjunto en apenas 1 km de recorrido: Molinos harineros, aserradero, puente, pontellas, losas para la ropa, canales y una presa, además de todos los pequeños detalles que llenan estos elementos patrimoniales.
