Cruz en Santa Trega

Monte de Santa Trega – Monte Santa Tecla

Visitar A Guarda y no subir al Monte Santa Trega es como ir a París y no ver la Torre Eiffel. Este es, sin duda, uno de los puntos más emblemáticos de toda la costa de Galicia, no sólo debido a su incomparable situación geográfica sino también por su gran riqueza histórica y cultural.

Desembocadura del Miño
Desembocadura del Miño y Portugal en la otra orilla

Situación

Un promontorio que se localiza exactamente en la esquina suroeste de la comunidad gallega, justo en donde las aguas dulces del gran río gallego, O Miño, se mezclan con las saladas y bravas aguas del inmenso Océano Atlántico. Un lugar estratégico desde donde se divisaba y vigilaba la frontera del vecino país luso, que viene históricamente marcada por el río Miño. Se trata de una aislada elevación (343,9 m), que se sitúa al borde mismo de la confluencia de O Miño con el océano.

Mirador

Desde su cumbre divisaremos 360 º de belleza paisajística que a buen seguro no dejará indiferente a nadie. El río Miño en buen parte de su curso bajo, con todo el valle por el que discurre formado por España a un lado y Portugal al otro, las islas que se encuentran en el río, casi en tierra de nadie, como la de A Canosa, en la desembocadura de O Tamuxe, que casi se convierte en los años treinta del siglo pasado en un superaereopuerto militar , dado a las cualidades del terreno de esta isla.

El Gran Océano, con su inmensidad azul, la vista se pierde en sus confines, tan solo algunos islotes se atreven a desafiar los azotes del Atlántico, como A Ilha Ínsua, de pertenencia portuguesa por su proximidad, que se localiza justo en la salida del río hacia el mar. Sobre sus rocas se construyó un pequeño convento en el siglo XV que se convertiría un siglo más tarde en una fortaleza estrellada de uso militar. Sus muros albergan incluso un pozo de agua dulce para el abastecimiento de la tropa.

Hacia el norte, la hermosa costa pedregosa de A Guarda, con el Monte Torroso presidiendo la sierra (369 m). A los pies y al abrigo de la montaña se refugia la villa marinera de A Guarda. Para el sur veremos la costa más arenosa portuguesa, destacando el municipio de Caminha con el telón de fondo de A Serra da Arga.

El Castro de Santa Trega

Pero no sólo este monte contiene belleza y armonía paisajística. Hace más de tres mil años, los habitantes neolíticos eligieron este lugar. Desde aquella, hasta 300 años después de Cristo, estas cumbres estuvieron habitadas. Prueba de ello es la cantidad de petroglifos de la Edad de Bronce repartidos por el monte y sobre todo la existencia de uno de los poblados castrexos más conocidos y más emblemáticos de toda Galicia, el llamado Castro de Santa Trega. Cerca de la cumbre se sitúa un museo que permanece abierto desde mediados del siglo pasado que muestra los descubrimientos y riquezas históricas encontradas en el lugar.

Vivienda castrexa
Reproducción vivienda castrexa
Castro Santa Trega

Dos picos ocupan la cima de la montaña, el Monte do Facho (328 m) y de San Francisco. El topónimo «facho» define a una antorcha, por lo que es probable que el lugar fuera elegido para hacer señales de advertencia en siglos anteriores. Este topónimo se encuentra muy extendido por toda la costa de Galicia definiendo a diversas cumbres, como por ejemplo, O Facho de Donón, en Cangas.

La capilla y el Vía Crucis

También su cima fue lugar de devoción desde tiempos inmemoriales, devoción que persiste hoy en día. Sobre sus rocas, los devotos construyeron entre los siglos XII y XVI la Ermita de Santa Trega en honor a su patrona. Probablemente el templo esté construido sobre otro anterior, a buen seguro de origen pagano.

Capilla de Santa Trega
Capilla de Santa Trega

Ademas, existen dos Vía Crucis, uno del siglo XVII, más discreto pero con profunda devoción popular y otro conocido como el Monumental, muy ornamentado y con inspiraciones célticas y clásicas, construido entre la década de los años 20 y 40 del pasado siglo XX.

Vía Crucis

El museo arqueológico

Cerca de la cima y junto al aparcamiento existe una edificación destinada a albergar el museo arqueológico en relación al castro de Santa Trega. En él podremos contemplar la historia y numerosos hallazgos localizados durante las excavaciones en el castro durante los últimos cien años.

Interior museo arqueológico
Interior del museo

Romería de la Fiesta del Monte

Un lugar como este, con A Guarda a sus pies, no está exenta de grandes romerías y celebraciones. Nadie mejor que una guardesa para detallarnos las fiestas que aquí se festejan. Estela Fernández Lomba, historiadora de Arte y antropóloga natural da Guarda, nos las describe:

«La segunda semana de agosto se celebra la Fiesta del Monte. En esta casi centenaria fiesta
personas de múltiples  procedencias suben al Monte donde se come, se bebe y sobre todo se «troula» (se baila), siguiendo el ritmo de los bombos, las cajas y las gaitas de las bandas marineras, grandes protagonistas de la semana de fiestas y del Domingo del Monte, que es el día grande. El gran acontecimiento del día es la Jura, que cada banda celebra a su propio ritmo, todos los miembros de la
banda juran que al año siguiente volverán a acudir, – hay que tener en cuenta el contexto social, tradicionalmente los miembros eran todos marineros, esta Jura es tanto una declaración de fidelidad a la banda, como una petición de protección para no perder la vida en el mar y poder cumplir el juramento de regresar .»

La villa de A Guarda

«El último sábado de Agosto se celebra la solemne procesión del Voto que asciende el monte y que recuerda la gran sequía que asoló la zona en el año 1355 y como los lugareños pidieron a la patrona, Santa Trega para que aquella sequía finalizara. Para ello los devotos, ayunaron durante tres días y tres noches y prometieron a la Virgen repetirlo un día cada año.»

«El 23 de septiembre, la Romería de Santa Trega, en la que las familias guardesas celebran una romería típica gallega, con la misa, el via crucis, las pujas de productos de la zona, la comida y la fiesta, notablemente más tranquila y familiar que la Fiesta del Monte.»

Marcas Poveiras, símbolos utilizados por los pescadores del Miño en portugal

En lo alto del pico de San Francisco se encuentra un antena y un restaurante, así como diversos pequeños locales dedicados a la venta de recuerdos del lugar y de Galicia y un buen aparcamiento.

Todo el conjunto del monte fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931. Posteriormente también se incluyó en la lista de Bienes de Interés Cultural.

Depende de la época del año, hay que abonar un pequeña cantidad para poder acceder a la instalaciones de este conjunto.

Agradecimientos:

Estela Fernández Lomba

Más fotos

Localización – Mapa

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