Baiona fue desde siempre un punto estratégico defendido por Monteferro, la Islas Cíes y el propio Monte Boi, donde se ubica el Castillo de Monterreal. Para proteger a los navegantes y orientarlos a modo de faro se construyó en 1912 la figura de una virgen gigante de granito en un mirador en la subida de Monte Groba o Gabiñeira. Su arquitecto no fue otro más que el gallego Antonio Palacios, autor de entre muchas obras, del Templo Votivo de Nigrán.
Su figura se funde con las rocas sobre la que está puesta y en su brazo se sostiene una barca a la cual se puede acceder a través de una escalinata por el interior de la escultura. De destacar es la cruz que se ubica sobre la cabeza que nos recuerda a los remates de la torres de la Sagrada Familia de Barcelona. Desde lo alto admiraremos toda la Bahía de Baiona, Monteferro y las Islas Cíes. A los pies del monumento se instaló una área recreativa para disfrutar de las romería de exaltación a la sardina que allí se celebran.