En el valle del Miño, en A Peroxa, sobre una pequeña loma de 475 metros, descansan los restos de una antigua fortaleza cuyo origen se remonta posiblemente a finales del siglo VIII, cuando la poderosa familia Temes ordenó su construcción.
El objetivo era la vigilancia de la comarca y las constantes incursiones de los musulmanes que en aquella época dominaban el sur de la Península e incluso llegaron a conquistar este castillo. Desde el alto se divisa incluso la ciudad de Ourense y se obtiene una gran visión de buena parte de la comarca.
El lugar posee unas magníficas defensas naturales ya que por su lado este se defiende por un profundo valle por el que discurre el Rego do Ríal y que forma una barrera inexpugnable. Además en el lugar se asentó un antiguo castro milenario cuyos habitantes ya se encargaron de transformar en buena parte el entorno para su misión defensiva, en forma de fosos y terraplenes.
De este antiguo castro es difícil ver algo pero aún se conservan una gran cantidad de las pequeñas piedras que formaban las murallas y las viviendas. Como sucedió en otros lugares de los alrededores de Ourense, el castro fue de nuevo recuperado por la población galaico-romana que lo habitó hasta el siglo IV.
En el siglo XIII fue lugar de estancia del Adelanto Mayor de Galicia. El castillo de A Peroxa, también conocido como Castillo de Fonte Arcada, se salvó de la voracidad de los Irmandiños del siglo XV. Convertido en Condado por los Reyes Católicos pasa a manos de los Condes de Ribadavia y serán los Sarmiento quienes regenten este condado.
Siglos después (s. XIX) llegó la desamortización y el castillo pasa a albergar la Casa Consistorial de A Peroxa. Pero ya en el siglo XX, un castillo que había logrado salvar el paso de los siglos conservando su torre de homenaje, fue vendido en 1920 a Artemio Fernández Quintela. Finalmente la piedra del castillo fue ilegalmente sustraída presuntamente para la construcción de la nueva iglesia de A Peroxa. (Véase comentario de un familiar abajo).
Desde aquella el castillo pasa al abandono y al expolio hasta llegar a nuestros días en donde A Peroxa parece haberse comprometido con la conservación de este gran patrimonio y por ello la zona ha sido acondicionada, vallada y convertida en Espacio Natural. Un intento de acondicionamiento llevó a la construcción de unas escaleras de piedra que ascendían hasta los restos pero una orden de Patrimonio paralizó las obras.
Hoy podemos ver las bases de las murallas con los cubos que guardaban la torre de homenaje de la cual se puede aún observar sus cimientos. Además de un molino y un alpendre destaca el aljibe que se localiza en el flanco oeste de la muralla. De las murallas exteriores del castillo de A Peroxa no se aprecia nada.
Sobre el río una presa de moderna construcción y un puente de madera sirven de comienzo de ruta si lo que quieres es llegar por esta senda caminando hasta Ourense.
En el año 1949 el castillo de A Peroxa fue protegido por el Patrimonio Histórico.
soy un sobrino de Artemio fernandez.el castillo pertenecio no solo a mi tio,( Artemio) si no tambien a mi abuela y a nosotros, por supuesto. las piedras no las vendimos, el antiguo cura de la peroja le amenazo a mi tio con una pistola y al final fueron sustraidas del castillo ilegalmente (robadas)
Vaya! Muchas gracias por la aclaración. Rectificaré algunas palabras sobre la venta de las piedras, pero tampoco puedo ratificar los datos que me das, aunque no digo que no me lo crea. Aludiré a este comentario y cada cual que saque conclusiones. Un saludo y muchas gracias por la aportación y aclarar la historia de este castillo. 🙂