En Serrapio, en la confluencia de los ríos Lérez y Quireza la erosión ha provocado la formación de una gran terraza fluvial conocida como As Cortellas. Serrapio contiene una hermosa muestra de arquitectura popular del siglo XVIII en forma de cruceiros, hórreos, palomar y una capilla de la misma centuria. Desde aquí parte un camino medio empedrado que llega hasta el cercano puente medieval de Pedre. Siguiendo este camino y sobre la terraza veremos elevarse a nuestra izquierda junto al río un pequeño montículo circular con grandes terraplenes en sus vertientes.
El montículo recibe el nombre de Coto das Ínsuas ya que durante las épocas de crecidas se convertía en una isla . Esta curiosa loma encierra múltiples misterios. Por un lado tenemos su curiosa forma circular, bastante regular, que supuestamente resistió el paso de millones de años de erosión y de riadas en la confluencia de dos ríos. La loma está formada por roca y tierra lo que sorprende aún más que se haya mantenida intacta a través de los siglos. Si nos acercamos a ella y la ascendemos comprobaremos sus inclinadas laderas.
Sobre la tierra se pueden apreciar numerosas piedras pequeñas desparramadas por el lugar que nos recuerdan a las empleadas en muchos emplazamientos castrexos pero no tenemos evidencias de emplazamientos de este tipo aquí. Pero lo más llamativo es la existencia de una gran roca que contiene grabados neolíticos y otros diferentes motivos de épocas medievales posteriores. Es posible que existiera aquí algún tipo de pequeño templo o santuario o quizás algún emplazamiento de tipo defensivo, para controlar el tránsito del valle. Sobre los petroglifos decir que están muy deteriorados y que han sufrido agresiones recientemente. En ella aparecen diversos motivos y varias cruces latinas que seguramente fueran grabadas en épocas medievales para una posible sacralización de un rito pagano.
No debemos dejar de visitar la capilla de San Lourenzo, Puente Pedre y el cercano conjunto de hórreos conocido como A Eira Grande.
