La palabra portuguesa «azenha» se traduce como «aceña» y proviene de la palabra de origen árabe hispánico «assánya» que a su vez deriva del árabe clásico «sāniyah» que significa «elevadora». Este término dio nombre a los molinos de rueda vertical apostados en las orillas de los ríos ya que fueron los árabes los que introdujeron esta tecnología en la Península durante la invasión musulmana. Hoy además de nombrar este tipo de molinos también se puede referir a la presa que mantiene y desvía el agua hacia la maquinaria y que en gallego denominamos «ceña».
Aquí, en la parroquia de Vilar de Mouros, en Caminha, existe un gran molino de cuatro ruedas verticales que aprovechaba las aguas del río Coura y que se mantuvo abandonado hasta el año 2014. En el año 1974 fue comprado para hacer un restaurante pero nunca se llevó a cabo y no fue hasta el año 2004 cuando fue adquirido por sus actuales propietarios quienes en 2014 comenzaron su rehabilitación para que en año 2017 finalizara su gran restauración y su apertura como establecimiento rural.
En el siglo XIX se sabe que pertenecía a un tal Luís Maria de Azevedo y en honor a este se conoce hoy como As Azenhas do Tio Luís. Su actividad molinera duró hasta bien entrado el siglo XX.
Una presa de grandes piedras retiene las aguas y las desvía para la maquinaria que antaño servían para la molienda de harina y para el lino.
En frente al molino existe una zona recreativa preparada como playa fluvial y que cuenta con servicios y un local de hostelería.
Muy cerca tenemos el puente de Vilar de Mouros de origen medieval.
