En el centro de Pontevedra se abre una gran plaza denominada A Ferrería. Desde hace siglos es punto de encuentro para muchos ciudadanos pontevedreses y de la comarca. A unos metros de la plaza tenemos la famosa iglesia y santuario de la Peregrina, símbolo de la ciudad de Pontevedra. En un lado de esta plaza se levanta la Iglesia y convento de de San Francisco, del siglo XIII, junto a la actual delegación de Hacienda.
Se dice que San Francisco peregrinó a Compostela creando allí en el año 1214 el primer monasterio franciscano que va a servir de modelo para muchos otros templos de toda la geografía gallega.
El convento de San Francisco de Pontevedra sigue el modelo santiagués de planta de cruz latina de una nave, crucero, cabecera de triple ábside con uno central mayor y dos laterales poligonales y cubiertos de bóveda de crucería, mientras que la nave se cubre con madera.
El convento de San Francisco recibe la primera donación en el año 1274. Del siglo XIII sólo se conserva la portada y el cuerpo del templo. La cabecera y los ábsides son del siglo XIV. En los siglos posteriores se construyeron la escalinata que da acceso a la puerta principal (1853) y la puerta de Santo Domingo, del mismo siglo, que hoy alberga las oficinas de Hacienda y que en sus días perteneció al convento y era parte de las murallas de la ciudad. El templo fue restaurado en el año 1923 y finalmente en 1995 sufrió un incendio por lo que tuvo que ser otra vez restaurado.
En su sobrio interior destaca el Sepulcro de Paio Gómez Chariño, antiguo trovador y almirante de la flota de finales del siglo XIII. En su portada veremos un arco apuntado con doble arquivolta que descansan sobre dos pares de columnas adosadas. Sobre esta se abre un gran rosetón a modo cisterciense. Un contrafuerte a cada lado flanquea la portada junto con dos pequeñas ventanas abocinadas de arco apuntado. Por encima del rosetón se representa un escudo que simboliza a los franciscanos. A la izquierda se levanta un torreón con campanario.
