Los peregrinos que provenían por mar y que desembarcaban en Baiona, se dirigían hacia Santiago pasando por la ciudad e Pontevedra, en la cual La Virgen señalaba el camino. También pasaban por aquí todos los peregrinos que recorrían el camino portugués. La Peregrina es la patrona de la ciudad de Pontevedra y alrededor a ella se celebran las fiestas de la ciudad.
La obra la construyó el arquitecto portugués Antonio Souto con la colaboración de Bernardo José Mier, entre los años 1778-1782. La característica más llamativa del templo es su aspecto circular que adopta la forma de una vieira.
El estilo neoclásico se ha mezclado con elementos barrocos y del rococó para formar un monumental templo que es uno de los símbolos de la ciudad de Pontevedra. La fachada principal se divide en dos cuerpos: En el inferior se encuentra la puerta y presenta unas ventanas flanqueadas por grandes pilastras pareadas. El cuerpo superior está presenta mayor decoración y dispone de tres hornacinas adornadas con arcos que acogen las figuras de la Peregrina, San Roque y Santiago. Sobre la cornisa se levanta un frontón triangular con la representación de la Fé en el medio.
En lo alto dos torres gemelas de dos cuerpos y campanario coronan la fachada. El interior es pequeño pero luminoso, cubierto con cúpula y linterna. Destaca el retablo neoclásico de la imagen de la Virgen de la Peregrina, obra de Melchor del Prado y Juan Pernas Gambino.
En Agosto se celebran las fiestas en honor a la Virgen de la Peregina, patrona de la ciudad.