Estos molinos se ubican a escasos metros de A Fervenza do Barbantiño y aprovecharon su gran potencial acuífero y su vertical desnivel rocoso para aprovechar la fuerza del agua y así formar un conjunto de tres molinos escalonados. De las «rocas» viene su nombre y no de la tristeza, como pudiera parecer, ya que en castellano la palabra «penas» es traducida como «peñas». Su asentamiento sobre las rocas dieron nombre a estos molinos. El río Barbantiño divide los concellos de Amoeiro y Maside, pero estos se localizan en la parte Este, en la de Amoeiro.
Se llega a través de la hermosa Camino Natural do Barbantiño, justo al lado de la fervenza. Actualmente, estos molinos, están rehabilitados y se ha adaptado una pasarela metálica, aprovechando uno de los antiguos canales, para poder acceder a la parte superior de la cascada. Estos son tan sólo un ejemplo de la cultura del agua asociada al Río Barbantiño, ya que todo el río está lleno de viejos molinos sin restaurar y un sinfín de canales. Otros signos más modernos de este aprovechamiento del agua, son la presencia de un piscifactoría abandonada, cerca del concello de Punxín, y río arriba de la minicentral hidroeléctrica do Barbantiño, creada a finales del siglo pasado.
