El río Eifonso está salpicado de molinos de agua prácticamente desde su nacimiento. Empezando por los restos de uno de ellos en el poblado medieval de A Fraga hasta llegar a los molinos de Moledo, prácticamente junto a la desembocadura del Eifonso en el Lagares. En Bembrive, en A Xesteira, tenemos algún ejemplo de ellos reconstruidos. En Xeme existen tres molinos conocidos como de Xeme, de Balde y de Muxo. Atravesando el río se encuentra un vieja pontella reforzada con cemento que aunque con piezas originales seguramente se vio envuelto en alguna modificación contemporánea. Entre estos molinos discurre un sendero paralelo al río que recorre parte del Eifonso.
Este pequeño rincón se encuentra muy presionado por el urbanismo desmesurado de las parroquias de Vigo.