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Catedral de Ourense

Por su riqueza artística podemos considerar a la Catedral de Ourense como la segunda en importancia de Galicia depués, claro está, de la de Santiago de Compostela. Hoy la iglesia se consagra a San Martín de Tours y en el lugar donde se asienta existió antes una basílica de época sueva del siglo VI que fue destruida por los musulmanes.

Catedral de Ourense

Sabemos que las obras del templo románico comenzaron en el año 1160 y se remataron a comienzos del siglo XIII. Su estilo se caracteriza por seguir las pautas del compostelano: Planta cruciforme, tres naves con tres ábsides y una nave transversal. A la primera etapa corresponde la cabecera, a la segunda el crucero y los primeros tramos de las naves y a la tercera el Pórtico del Paraíso y la Torre de las Campanas. El cimborrio fue posterior, obra de Rodrigo de Badajoz (s. XV) ya en un estilo gótico flamenco.

Portada

La catedral de Ourense ha sufrido muchas modificaciones que ocultan su pasado románico. Sin embargo se han conservado alguno detalles como las portadas sur y norte. La del sur, al pie de la Torre del Reloj (s.XV) muestra tallas claras de la influencia del Maestro Mateo. La del norte es famosa por las estatuas-columnas que sostienen las arquivoltas. Sin embargo lo más destacado es el Pórtico del Paraíso, al cual se accede por la puerta principal. Este, que fue muy alterado posteriormente, se creó por inspiración al Portico de la Gloria de Santiago de Compostela, al cual no copió, pero si interpretó.

En su interior destaca el Claustra Nova, claustro gótico de finales del siglo XIII que hoy alberga las dependencias del museo catedralicio. También son de gran interés las numerosas tallas y valioso sepulcros medievales y renacentistas. No podemos dejar de visitar la Capilla de Santo Cristo y la Capilla Mayor donde está el magnífico retablo tallado por Cornielis de Holanda, terminado en 1520.

No podemos dejar de hablar de la catedral de Ourense sin hablar un poco de una de las figuras que más devoción causa entre ourensano y peregrinos. Primitivamente ocupaba un lugar del Altar de la Cruz pero en 1572 fue trasladado a una nueva capilla conocida como la del Santo Cristo. La imagen gótica llegó de Fisterra traída por Vasco Pérez Mariño en el año 1333-43.

En ella se destacan con gran dramatismo los detalles de violencia como moratones y heridas del cuerpo de Cristo. Es un Cristo con tres clavos que aparece con corona de espinas, largas melenas y barba negra en las que se emplearon elementos naturales. Anteriormente tuvo los brazos articulados ya que se introducía en una urna durante los actos del Viernes Santo y se realizaba un ceremonia parateatral en diversas iglesias.

Después fueron modificados los enlaces entre los hombros y los brazos para fijarlos, quedando un aspecto de miembros desconyuntados. La talla da sensación de blandura de sus carnes debido a la cubrición con pergamino y telas de lino encoladas y pintadas lo cual ha dado una tradición de que se trata de una momia embalsamada y crucificada. Existe también una creencia popular que dice que a este Cristo le crece el pelo y las uñas y afirma que apareció flotando en el mar junto con el Cristo de Sta. María das Areas de Fisterra. (Ambos mantienen gran similitud que hacen que fuer posible su mismo autor). Este Cristo tuvo gran devoción también el la ruta jacobea y es culto también en varias capillas del Camino de Santiago, como en la catedral de Burgos o en San Cristóbal de Cea. También en la catedral de Santiago se rinde culto a uno muy similar.

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